Kicillof tiene su 17 de Octubre en plena tensión con el kirchnerismo

Axel Kicillof reunió ayer en la Gobernación a un grupo de intendentes y funcionarios de su máxima confianza. Fue para darle las últimas puntadas al acto que encabezará hoy por la tarde en Berisso, donde todo indica que, aún cuando no haga alusión alguna a la interna del peronismo, volverá a edificar un gesto de autonomía en relación a Cristina Kirchner.

En el denominado kilómetro 0 del peronismo, Kicillof buscará exhibir la musculatura política de su espacio. Según trascendió, al menos 35 intendentes garantizaron su presencia, entre ellos, algunos de los peso pesados del Conurbano. No sólo eso: habrá presencia de las dos CTA y de parte de la cúpula de la CGT que en las últimas horas tomó distancia de Cristina Kirchner y se inclinó por respaldar al mandatario bonaerense.

En el encuentro viene envuelto en el clima de tensión que envuelve al peronismo. La ex presidenta, embarcada en un plan para quedarse con la presidencia del PJ nacional. Kicillof, por su parte, tomando distancia de ese objetivo a través de un silencio atronador en relación al operativo clamor que lanzó La Cámpora hace algunos días.

En el medio, la puja desatada en el PJ por los gestos de independencia de Kicillof respecto del kirchnerismo duro que se expresan no sólo en el mencionado silencio, sino también en la idea de construir un espacio propio para resistir la hegemonía que busca imponer La Cámpora con el aval de Cristina.

El Gobernador disputa, en una primera instancia, la lapicera para armar las listas en la Provincia. Busca participar de la mesa de decisiones en la que hasta ahora no estuvo y que fue monopolizada por Máximo Kirchner con el OK de su madre.

En el mediano plazo surge una disputa más de fondo que tiene relación con la proyección nacional que persigue Kicillof para intentar transformarse en candidato presidencial en 2027. Cerca del mandatario siguen reconociendo a Cristina Kirchner como jefa de su espacio, pero rechazan la idea de llegar a esa candidatura sólo por efecto del dedo de la ex presidenta.

El acto, obviamente, mostrará la musculatura política que logró hasta el momento generar Kicillof. Por eso se estima que no habrá presencias de representantes de La Cámpora, que vienen pegando el faltazo a las últimas movidas que el kicillofismo escenificó primero en Florencio Varela y una semanas después en Santa Clara del Mar.

Tampoco se aguarda la asistencia de referentes del Frente Renovador de Sergio Massa. En medio de la pelea en el peronismo y las versiones sobre la posibilidad de que la disputa termine en dos listas de candidatos el año que viene, el massismo adelantó que si ese es el escenario, presentará su propia oferta electoral.

Pese a la pelea interna, Kicillof no hará referencia a la disputa en el PJ. Se abrazará a la efeméride peronista para disparar munición gruesa sobre las políticas del gobierno de Javier Milei.

Señal inequívoca de la tensión, el peronismo porteño organizó su propio acto motorizado por La Cámpora. La especulación es que podría asistir Cristina Kirchner, aunque en las últimas horas esa posibilidad se había desinflado.

En el medio aparece además la disputa por la conducción del PJ nacional. Cristina busca quedarse con esa herramienta y es desafiada por el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.

Kicillof vino apoyando al riojano hasta que apareció el operativo clamor por Cristina. Pero tampoco salió a respaldar a la ex presidenta.

El sábado a la medianoche vence el plazo para la presentación de las listas y hasta ahora la interna sigue firme, en medio de las dudas respecto de si finalmente esa elección prevista para el 17 del mes próximo se realizará.

Kicillof, mientras tanto, espera reunir 20 mil militantes en Berisso en otro desafío al kirchnerismo duro en otro gesto de independencia política.