Dos cambios inéditos podrían transformar las próximas elecciones legislativas

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Agustina Rocío Fernández

El Congreso sigue siendo una arena difícil para el Gobierno. El oficialismo es efectivo bloqueando, a través del veto, los proyectos que emanan de la oposición; pero no logra avanzar con la agenda propia. Sin embargo, insiste con realizar reformas profundas en materia electoral que implican mayorías especiales.

Por lo pronto, el único cambio de cara a las próximas elecciones legislativas es el de la Boleta Única de Papel.

La norma, sancionada por el Congreso en octubre, condensa toda la oferta electoral para cargos nacionales en una única planilla de papel, la cual se divide en filas horizontales para cada una de las categorías a cargos electivos, y columnas o franjas verticales para cada una de las agrupaciones políticas que compiten.

Por cada tramo y por cada alianza electoral habrá un casillero vacío. El elector deberá seleccionar solamente una opción por cada categoría. Si no marca ningún casillero se considerará voto en blanco en esa categoría específica.

¿Elecciones desdobladas?

Este cambio en el marco legal nacional plantea desafíos a nivel provincial, dado que implica un nuevo y complejo escenario para los procesos electorales del próximo año.

Habrá comicios para cargos locales en 13 jurisdicciones: la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, Mendoza, San Luis, Corrientes, Misiones, Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Jujuy, Salta, Catamarca y La Rioja.

La provincia de Buenos Aires ya anunció el rechazo a la Boleta Única de Papel. Con eso, se abren cuatro opciones:

- Elecciones simultáneas en dos urnas distintas.

- Elecciones concurrentes, con dos boletas y dos sistemas de votación distintos.

- Desdoblamiento parcial.

- Desdoblamiento total.

La idea de desdoblar las legislativas en el distrito bonaerense estuvo en carpeta durante el año pasado, y ahora vuelve a asomar en el horizonte del gobernador Axel Kicillof.

El mandatario se mostró como un defensor de que Buenos Aires vaya a las urnas para las categorías provinciales en una fecha diferente a las nacionales. “Permitiría discutir los temas bonaerenses”, afirmó el año pasado.

Por distintos motivos políticos, Buenos Aires nunca despegó sus elecciones de los comicios nacionales a pesar de que en distintas ocasiones se especuló con esa posibilidad.

Ficha Limpia

En tanto, el Gobierno tiene en agenda otras dos reformas. La primera es la sanción del proyecto de Ficha Limpia, que ya tuvo una sesión fallida al no alcanzar el quórum por apenas un voto.

El texto que empujan la Casa Rosada y varios sectores de la oposición plantea la prohibición del ejercicio de cualquier cargo público a todo ciudadano que se encuentre condenado en segunda instancia por delitos vinculados a la corrupción.

La Libertad Avanza, el PRO y la Coalición Cívica volvieron a pedir una sesión especial en la Cámara de Diputados, que se realizará el próximo jueves a las 10. Si no hay ausencias inesperadas, el oficialismo tiene la expectativa de alzarse con una victoria parlamentaria en lo que será la última sesión del periodo ordinario.

En el fondo están las negociaciones por el Presupuesto 2025. Parece que Javier Milei no está muy interesado en aprobar en tiempo y forma la ley de ejercicio fiscal, y eso molesta a los gobernadores que tienen intensos reclamos en torno a la distribución de recursos. Los legisladores que responden a los mandatarios son los que le complican al oficialismo alcanzar la sanción de Ficha Limpia. Se trata de una iniciativa relacionada con la legislación electoral porque determina quiénes no pueden ser candidatos, y no con la penal, como siempre aclaran sus autores.

Eliminación de las PASO

Además, el Gobierno ya envió el proyecto de reforma electoral que elimina las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), suspende los aportes extraordinarios para los partidos y cambia varias reglas de juego durante la campaña. Desde LLA, no descartan que sea el único proyecto incluido en el temario de las sesiones extraordinarias, que Milei aún no convocó.

Aunque el Gobierno insiste con la modificación del sistema, no tendría los números para hacerlo. Tanto dentro del peronismo como en lo que solía ser Juntos por el Cambio, existen diferentes posiciones al respecto. Algunos proponen su eliminación, otros su modificación, y otros tantos prefieren mantenerla tal como está.

Los argumentos del Gobierno son que las PASO “no han sido positivas” y que implicaron “mucho costo económico” para la ciudadanía, en los términos de Guillermo Francos.

Y si bien podrían proponerse reformas para reducir su costo y mejorar su funcionamiento, lo cierto es que la total eliminación de las primarias podría ir en contra del discurso que llevó a Milei a la presidencia.

Sucede que, al suspender las Primarias, la definición de los candidatos que competirán por el partido quedaría en manos de la “casta” y se reduciría la participación ciudadana porque la oferta electoral la volverían a decidir los aparatos partidarios.

Un camino alternativo que proponen algunos analistas es que las primarias sean obligatorias para las agrupaciones políticas, pero no para los ciudadanos. También se puso sobre la mesa la idea de integrar la fórmula presidencial luego de las primarias o reducir la extensión del período electoral.

La discusión recién comienza: todos los bloques están en trabajo de análisis del proyecto.

En general, los bloques están de acuerdo en la revisión de las PASO, pero no tanto en su total eliminación. El Gobierno podría pescar votos entre los provincialismos, dado que varios gobernadores se expresaron en contra de las primarias en distintas oportunidades o bien la cuestionaron desde distintos ángulos.

 

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