VIDEO. El rugbier platense que jugó dos mundiales y debutó contra All Blacks

A pocos días de la llegada de Los Pumas a La Plata, la historia del fullback canario que con 22 años jugó la primera copa del mundo

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Martín Cabrera

mcabrera@eldia.com

La Plata respira rugby. No quedan dudas que es una de las ciudades donde el deporte tiene más arraigo. Por eso Los Pumas van a jugar otra vez un partido del Rugby Championship acá cuando podrían hacerlo en alguna provincia del Interior del país. Y por eso es un buen momento para conocer la historia de Guillermo Angaut, el platense que con 22 años jugó el primer Mundial que se disputó en Nueva Zelanda y tenía a otro referente de la Ciudad y del país como entrenador: Héctor “Pochola” Silva.

El Chino era una promesa de La Plata Rugby Club. Ya deslumbraba como fullback y se había destacado en el equipo que peleaba el ascenso a Primera. Un día lo vieron en un amistoso de Los Pumas contra un combinado de la Ciudad y quedó fichado. Un año después estaba en el avión rumbo al Mundial de 1987 en Nueva Zelanda.

“Hoy es otro deporte. Nosotros éramos ciento por ciento amateurs y nos tocó competir contra rivales que ya eran profesionales pero encubiertos. Llegué al hotel en Nueva Zelanda y los jugadores de los All Blacks hacían publicidades en la tele. A nosotros no nos conocía nadie. En mi caso iba a entrenar a Buenos Aires en el viejo colectivo Río de La Plata, volvía a las 2 de la mañana y me lavantaba a las 6 para ir a la facultad”, empieza con su relato el jugador que en esa copa del mundo le tocó jugar un partido como titular y fue nada más y nada menos que ante los All Blacks.

En ese Mundial a Los Pumas no les fue muy bien. Perdieron en el debut frente a Fiji 28-9, resultado que complicó totalmente la clasificación. Porque si bien le ganaron 25-16 a Italia, que luego derrotó a los oceánicos 18-15, necesitaban marcarles cuatro tries a los All Blacks en la última fecha para pasar de ronda. “No nos alcanzó pero jugamos ese nuestro mejor partido: perdimos 45-17 pero jugamos de igual a igual”.

El equipo neocelandés estaba plagado de estrellas. Uno de ellos era John Kirwan, el wing que hacía todo tipo de tries gracias a su velocidad y habilidad. “Me tocaba marcarlo y en la previa Jorge Allen me había hablado mucho en la concentración que no me dejara intimidar por ellos, que siempre marcaban su poderío para ganar lo que decimos la ‘batalla psicológica’. Y estábamos en la fila para salir al campo y Kirwan me golpea con su hombro. Entonces me pongo en guardia como para pelear y se quedó mirando como si estuviese loco (risas). Era otro rugby, como dije, en aquellos años más sucio por decirlo de alguna manera. Hoy es más limpio. Ese día me salvé porque Jorge (Allen) lo sacó con un empujón y nos hicieron entrar a la cancha, sino tal vez me expulsaban antes de empezar el partido y era un papelón”, cuenta el Dr. Angaut, médico oftalmólogo como su padre.

El entrenador de ese equipo era Pochola Silva, excapitán de Los Pumas y referente máximo del Club Los Tilos. Fue él quien lo vio jugar en Gonnet e hizo todo lo posible para llevarlo al seleccionado. “Fue todo para mí, pero no solo a nivel rugby sino a nivel personal. Me enseñó un montón de cosas. Era un tipo muy respetado a nivel mundial. Tenía esas cosas de caudillo y de padre. Me transmitió cosas sanas para el deporte y las vida. A muchos entrenamientos íbamos con él (con Julián Manuele, que fue otro platense convocado). Nos aconsejó mucho y sobre todo cómo afrontar el aspecto psicológico del rugby. Se lo extraña”.

Guillermo Angaut fue el capitán de ese equipo de La Plata RC que en 1995 obtuvo el título de campeón en el último torneo organizado por la UAR (al año siguiente se crearía la URBA). Compartió cancha junto a sus hermanos Alejandro y Alberto, además de otros muy buenos jugadores. “Fue un equipazo. Coronamos después de muchos años estando en Primera y con una camada tremenda. No quiero nombrar porque me voy a olvidar de varios pero en todos los puestos había grandísmos jugadores, incluso los que estaban como suplentes”, remarca de ese equipo campeón que dirigían Albarracín-Domínguez y que tenía a Germán Llanes, el otro canario que luego fuera seleccionado en los mundiales de 1991 y 1995. De ese equipo, el próximo año, se cumplirán 30 años y ya se empezó a preparar un festejo especial.

Los Pumas volverán a La Plata como antes contra los All Blacks pero en el estadio Único, ahora a UNO. “Para los que somos del Pincha tiene un sabor especial”, dice Angaut, que por ser el Puma 408 de la historia estará invitado especialmente. “Me da mucha alegría poder acompañar y disfrutar de un partidazo contra Australia. Los Pumas tienen muchos jugadores que me gustan, como Juan Cruz Mallía, pero me quedo con los platenses Agustín Creevy y Lucio Cinti, al que conozco desde chico: jugaba con su papá en La Plata. Hoy los chicos tienen otra formación y pueden competir de igual a igual contra los mejores”.

“Pochola Silva fue todo para mí, pero no solo en el rugby sino también en lo personal”

 

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chino angaut

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