José Lafussa, el distribuidor de horarios del ferrocarril
Edición Impresa | 19 de Noviembre de 2025 | 00:12
Ya no se pueden conocer datos biográficos concretos, pero su recuerdo gambeteó el paso del tiempo y sigue vivo en muchas memorias. Se habla de él aún en algunos bodegones barriales, en las gradas de algún club de barrio. Se llamaba José Lafussa y allá entre las décadas del 30 y 60 recorrió la Ciudad de punta a punta distribuyendo folletos con los horarios del Ferrocarril Sud. Y tuvo un sobrenombre popular, que sintetizó a la perfección su vida de bohemio.
Le decían “Rico Tipo”. Y aquí corresponde decir que la expresión “Rico Tipo” cobró vigencia en la Argentina por autoría de José Antonio Guillermo Divito, un humorista y caricaturista de notable talento, autor de historietas y fundador de la Revista Rico Tipo que, bien se lo dijo, revolucionó el humor gráfico argentino.
Los inolvidables personajes de la revista fueron el Doctor Merengue, Las Chicas (todas con cinturas delgadísimas y muy bonitas, Fúlmine y, entre otros, Bómbolo, todos ellos representativos de distintos arquetipos que uno se cruzaba en las calles a cada minuto. Así que había algo de Rico Tipo en muchos de los habitantes del país. Y como José Lafussa reunía esa fidedignidad criolla, esa picardía y bondad tan rioplatense, alguien lo bautizó con el ajustado seudónimo de Rico Tipo, que le quedó para siempre.
PERSONAJES PINTORESCOS
No estuvo solo en La Plata, Rico Tipo. En esos años sobraron personajes pintorescos, inteligentes, muy ingeniosos y también llenos de bondad y calidad humana.
Recorrió la Ciudad de punta a punta distribuyendo folletos con los horarios del Ferrocarril Sud
En el bar La Cosechera, en planta baja del primer rascacielos que hubo en La Plata, en la esquina de 7 y 45, hubo un bar muy concurrido en el que paraba un gestor conocido como El Cóndor, del cual también queda su seudónimo como principal referencia de identidad.
El Cóndor era un gestor judicial, un procurador –como se les llamaba- que durante más de medio siglo solo comió un desayuno de un café con leche con tres medialunas y a la tardecita, remataba su dieta con otro café con leche con tres medialunas. Vivía en una pensión de 45 y diagonal 77, fue muy respetado por los abogados que lo contrataban seguros de que cumpliría. Y así era el Cóndor, popular como su contemporáneo platense “Rico Tipo”.
Tal como se dijo en viejos artículos periodísticos, “Rico Tipo salía todos los días rumbo al Centro; no bebía alcohol, no pedía limosna”, vivía de un sueldo mínimo del ferrocarril y sólo hablaba cuando le hablaban, respondiendo con monosílabos.
Vivía también en una pieza de pensión en diagonal 73 pasando la plaza Matheu y recorría kilómetros caminando, repartiendo los horarios del entonces Ferrocarril Sud, que luego pasaría a llamarse Ferrocarril Roca. En esos años, los horarios del tren eran respetados totalmente por la empresa. Eran miles los pasajeros que viajaban a Constitución y la tenencia de los folletos de “Rico Tipo” constituía una certeza para los pasajeros.
Sus recorridos estaban bien organizados. Entraba a los cafés, a las peluquerías, a las tiendas, a todos los locales en donde hubiera gente y allí procedía a la distribución. Por allí le daban alguna moneda y él la tomaba sin darle importancia al asunto. Su figura se hizo cada vez más simpática y querida, sobre todo por la discreción con que se manejaba.
Hay una anécdota sobre el filósofo Emanuel Kant, que cuenta que era tan puntual que cuando pasaba por algún lugar, como lo hacía siempre a la misma y exacta hora, a medida que pasaba la gente controlaba sus relojes para ver si estaban en hora. Algo parecido le pasaba a “Rico Tipo”, que a veces tomaba un tranvía para ir en busca de más folletos a la Terminal de trenes y después proseguía su ronda cotidiana.
Se dijo siempre que se había jubilado del ferrocarril y que le habían dado esa changa
Se dijo siempre que se había jubilado del ferrocarril y que le habían dado esa changa. Nunca se le oyó decir una palabra en contra de su antiguo empleo. Por el contrario, dejó bien en alto su condición de ex ferroviario.
PARTE DEL FOLCLORE PLATENSE
En esas décadas las crónicas de EL DIA siguieron el derrotero de este personaje de la Ciudad. Fue “Rico Tipo” un protagonista del folclore platense. En esas crónicas alguno lo calificó como un “reloj ambulante”, que con su metódica distribución de horarios parecía asimilarse a la puntualidad con que corrían las formaciones del tren.
No hay descendientes de Lafussa. Sólo queda su leyenda. Pero su figura, de algún modo –y esta reseña lo comprueba. Persiste en la tradición oral de La Plata, la ciudad que cobijó a este hombre sin estridencias, silencioso, que se hizo querer y que la memoria popular sigue rescatando.
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