Amordazan y atan a una jubilada mientras dormía
Edición Impresa | 23 de Noviembre de 2025 | 03:14
Una jubilada de 91 años vivió una madrugada de terror en Boulogne, partido de San Isidro, cuando dos delincuentes irrumpieron en su casa mientras dormía, la redujeron con sogas y la amordazaron antes de revolver cada rincón de la vivienda durante casi una hora. El episodio, ocurrido alrededor de las 3 de la mañana, dejó a la mujer en un estado de profunda vulnerabilidad y volvió a exponer la sensación de indefensión que atraviesa a muchos adultos mayores que viven solos.
De acuerdo con el relato de Viviana, la hija de la víctima, los ladrones forzaron una reja del patio trasero -un ingreso que no da directamente al dormitorio-, lo que explica que la jubilada no haya escuchado nada hasta que los intrusos ya estaban parados frente a su cama. La sorprendieron mientras descansaba, le ataron las manos, le cubrieron la boca con una cinta negra y comenzaron a desparramar muebles, cajones y cajas en una búsqueda frenética de dinero y objetos de valor.
Durante ese tiempo, según contó la hija ante los medios, los asaltantes actuaron con total tranquilidad, como si supieran que nadie los interrumpiría. No sólo se llevaron joyas y los pocos ahorros que la mujer guardaba, sino que incluso se probaron su calzado. “Como calza 41, hasta sus zapatillas se llevaron”, relató Viviana, aún conmocionada por el nivel de impunidad con el que actuaron.
Recién después de que los delincuentes huyeron, la mujer logró soltarse las ataduras, quitarse la cinta que le cubría la cara y llamar desesperadamente a su familia. Minutos más tarde, Viviana llegó a la vivienda y encontró un panorama desolador: muebles tirados, puertas forzadas y las pertenencias de su madre desparramadas por el suelo. “A los 91 años no tiene por qué pasar por esto. Ahora ni sabe dónde dormir hasta que podamos ordenar todo”, lamentó.
La mujer recordó además que no es la primera vez que ingresan a esa propiedad. Meses atrás, en pleno día de elecciones, desconocidos habían pateado la puerta principal para intentar entrar, motivo por el cual la familia reforzó rejas y accesos. Sin embargo, nada de eso alcanzó.
Mientras esperan la llegada de los peritos para poder avanzar con la reconstrucción del hecho, Viviana decidió hacerlo público para acelerar los pasos de la investigación y para advertir que, en el barrio, la preocupación viene de larga data. “Nada los detiene”, insistió.
La causa quedó en manos de la fiscalía de San Isidro, que trabaja en conjunto con personal policial para analizar cámaras de seguridad de las cuadras cercanas y buscar rastros dejados en la escena. La expectativa es que las imágenes puedan determinar por dónde llegaron los ladrones y cómo escaparon.
Mientras tanto, la jubilada intenta recuperarse del susto y del impacto emocional que le generó el violento ataque.
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