Estudiantes: este equipo ya dejó una marca
Edición Impresa | 1 de Diciembre de 2025 | 00:55
Por MARTIN CABRERA
¿Y ahora? ¿Quién imaginaba este presente del equipo? ¿Hasta donde puede llegar? ¿Por qué es semifinalista? ¿Se puede ilusionar? ¿Y el futuro de Eduardo Domínguez? Muchísimas preguntas que hoy no tienen respuesta pero una sensación general que ya logró demasiado, en el corto y mediano plazo.
Estudiantes es semifinalista del torneo Clausura. Fue el primero de los cuatro en meterse. Ya está Boca también, el principal favorito y el que tiene más obligaciones a quedarse con el trofeo. Pero los de Domínguez, de los últimos en clasificarse a los Playoffs fueron los primeros en hacer check in. Y están en un avión que tiene un pasaje a la gloria.
Ojo, que hoy Estudiantes esté viviendo este momento casi impensado con un 25 por ciento de chances de ser campeón y meterse en la Copa Libertadores 2026, no debe haber olvidar que este formato no sirve, no potencia y no sube la vara: todo lo contrario. A nivel general el mundo del fútbol no está conforme con el formato pese a que lo termine ganando un equipo que haya realzado un torneo irregular, porque salvo Boca (y hasta ahí) los demás tuvieron demasiados altibajos durante el año o el segundo semestre.
Pero hacer esta breve reflexión permite seguir avanzando. Nadie le regaló nada a este equipo. Nadie y nada. Perdió puntos por sus propios errores y ajenos. Los puntos que dejó en el camino en los partidos contra Barracas, Boca, River y otros más (por polémicos fallos arbitrales) le hubiesen el dejado un mayor colchón de puntos y hasta posibilidades de clasificarse por tabla Anual a la Sudamericana sin este estrés ni obligaciones.
Tampoco puede hacer distraer que los arbitrajes no hayan tenido polémica en los últimos partidos no convierte el torneo argentino en un manual de decencia y ejemplo a seguir. Sucedieron muchísimos episodios que no serán tapados ni olvidados por estas últimas dos fechas. De ninguna manera.
Este equipo albirrojo, como dijo su entrenador Eduardo Domínguez en la conferencia de prensa en el Madre de Ciudades no entró por la ventana pero sí de una manera poco conveniente. Porque este tipo de formatos da lugar a situaciones así y es lo que buena parte del mundo del fútbol quiere cambiar, como ya se vienen expresando en diferentes ámbitos futboleros.
El Pincha está en semifinales por la cosecha de puntos en los momentos cuando más apretaba el nudo de la corbata. En la segunda fecha contra Huracán el ciclo pareció acabarse. La eliminación en Copa Argentina, los cortocircuitos internos, la final perdida contra Vélez y el pésimo arranque en Santa Fe ante Unión hacían presumir un final de ciclo. Error.
LA PRIMERA RESURRECCIÓN DEL PLANTEL
Y lo mismo pareció suceder ahora en el final del torneo Clausura, sobre todo luego de las tres derrotas en final tras ganar el clásico: parecía que era un plantel con ganas de empezar sus vacaciones. Pocos hinchas apostaban por una renovación de energías en jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Sucedió lo que pocos creían. El equipo empezó a recuperar solidez y fuego sagrado en el momento más indicado, el momento que se necesita llegar con combustible en el tanque. Ahora podrá acelerar a fondo para la última recta, la que define cosas importantes en este formato de torneo.
Este dato es saliente para el equipo. En Rosario ya mostró -ademas de temple- coordinación defensiva, un arquero para momentos difíciles y dos figuras de mitad de cancha en adelante imprescindibles para disimular la ausencia de un número “9”.
Se trata de Cristian Medina y Edwuin Cetré, determinantes para el juego ofensivo. El exBoca aparece poco pero se muestra como receptor de la pelota y pase. El sábado fue preponderante en el gol de Palacios. El colombiano, otra vez como extremo izquierdo, fue un peligro constante porque además de desequilibrio tuvo visión y juego colectivo.
Hace dos semanas atrás parecía que era cosa juzgada y nuevamente se metió en una semi
Además de la buena sincronización de los centrales este Estudiantes encontró la mejor versión de Ezequiel Piovi. “Son momentos de los jugadores”, resumió el DT.
Domínguez logró cambiar críticas por elogios. Eran crueles quienes lo miraban de reojo hace dos semanas atrás pero el equipo no mejoraba.
No jugaba bien el Pincha y le marcaban con facilidad. El ciclo parecía acabado de verdad. Pero otra vez los jugadores dieron la cara por él y por eso dos victorias resonantes en un momento de máxima exposición mediática.
El grupo está con el técnico que logró clasificar a Estudiantes a su tercera semifinal en tres años. Si se va a fin de año, cómo parece sucederá, quedará en el bronce y con un pasaporte para volver cuando quiera.
Tiene mucho para ganar y perder. Pero pase lo que pase con este equipo en lo poco que le queda al campeonato, ya logró dejar una huella, una marca y un estilo.
El Estudiantes de Domínguez será recordado por una forma de jugar aún en los momentos más difíciles y por todos los logros. Debe ser de los pocos que fue campeón y protagonista siempre en todos los tramos del año en 2023/24/25. No hay muchos otros que lo hayan conseguido.
Además es un equipo que no se asustó con la presión mediática. Se enfrentó a dos rivales poderosos desde lo futbolístico y algo más. Y se enfrentó al poder de turno de la AFA.
Ya ganó la pulseada pase lo que le pase en adelante y eso que le pueden esperar eliminaciones duras: Barracas de Chiqui Tapia o en el clásico; incluso una final contra Boca o Racing. Este Estudiantes de Domínguez consiguió que se lo recuerde en el tiempo.
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