El camino del Pincha hacia el campeonato

Estudiantes es campeón del fútbol argentino, pero antes de la consagración transitó turbulencias y estuvo al borde de la cornisa, aunque en el tramo final el equipo recuperó su aura

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Estudiantes volvió a tocar el cielo con las manos para convertirse en el mejor equipo del fútbol argentino, luego de ganarle la final del Torneo Clausura a Racing. Sin embargo, no fue un camino de rosas por el que tuvo que transitar el equipo de Eduardo Domíngez, ya que más allá que fue un justo ganador, tuvo que pasar bastantes momentos de turbulencia. Sin embargo, el equipo apareció en los playoffs, logrando victorias que serán recordadas por siempre.

El camino de comenzó el 14 de julio en Santa Fe, donde el estreno en la Zona A del Clausura no fue el esperado: cayó 1-0 ante Unión por el gol de Martínez, que fue producto de una increíble falla de González Pirez en la salida. Esa derrota puso en duda la continuidad del DT al frente del equipo, ya que días atrás, había perdido la Supercopa Internacional frente a Vélez.

Sin embargo, con el respaldo de la gente al entrenador, el equipo cambió el chip y se quedó con una victoria trabajada frente a Huracán por 2-1 como local, gracias a los tantos de Cetré y Castro. Esa victoria en UNO el 21 de julio, le trajo confianza al equipo, ya que logró una buena racha para escalar posiciones en la zona.

El 26 del mismo mes, dio el golpe en el Cilindro para ganar 1-0 ante Racing, por el tanto de Carrillo. Mientras que una semana más tarde, derrotó 2-1 como local a un duro Independiente Rivadavia, por los tantos de Pérez y González Pirez. Esa racha se cortó el 17 de agosto, en un partido increíble frente a Banfield en el Florencio Sola. Si bien ese encuentro lo agarró en medio de la llave de Libertadores ante Cerro Porteño, se le escapó un partido increíble frente al Taladro pese a haber estado en ventaja por goles gracias a las conversiones de Arzamendia y Gómez. El equipo dirigido por Pedro Troglio se lo dio vuelta en el complemento con una ráfaga, para dejarlo con dudas.

El 25 de agosto, luego de haberse metido a los cuartos de final de la Libertadores, volvió a la victoria ante un modesto Aldosivi, que peleó el descenso. Sin sobrarle nada, ganó 1-0 en el estadio Jorge Luis Hirschi por el tanto de González Pirez. Sin embargo, el equipo entró en una irregularidad que lo complicó en el Clausura: una semana más tarde, cayó sin atenuantes por 2-0 ante Central Córdoba en el Único Madre de Ciudades, donde recibió los tantos en apenas 10 minutos del primer tiempo.

El 13 de septiembre y en la antesala de la llave ante Flamengo por la Copa, el Pincha perdió 2-1 con River. Más allá de ir en desventaja por dos tantos y de ponerse en partido por el gol de Núñez, el equipo se quedó con las manos vacías. El 22 tuvo revancha ante su gente y con un equipo muleto, pensando en el Mengao, derrotó 1-0 a Defensa y Justicia por el tanto de Alario para volver a ganar terreno en el torneo.

La eliminación de la Libertadores ante el elenco brasileño, donde hizo un papel justo y cayó por penales, lo hizo entrar en otro momento irregular en el campeonato. El sorpresivo empate ante el débil Newell’s, por 1-1 en el Coloso, lo metió en un mar de dudas. Ese encuentro se jugó el 30 de septiembre y pese a comenzar ganando por el gol de Meza, al Pincha se lo empató en el final un viejo conocido: Luciano Lollo.

Ese encuentro generó otros dos empates en fila: un 1-1 con Barracas Central en UNO, que estuvo envuelto en polémica por un insólito gol anulado a Carrillo y otro 1-1 en Parque Alberdi ante Belgrano.

El 19 de octubre tuvo la gran chance de prenderse en la Zona A: ante Gimnasia, el rival de toda la vida, el equipo se mostró en plenitud. Y con toda su gente alentando en UNO, ganó sin atenuantes por 2-0 gracias a los tantos de Cetré y Carrillo. Posteriormente se le vino un parate por Fecha FIFA y el equipo volvió a sumar fuertes golpes: el 2 de noviembre, cayó 2-1 ante Boca como local en un partido polémico, mientras que luego perdió con Tigre 1-0 como visitante y 2-1 con Argentinos de local, que lo dejaron en la cornisa y con grandes chances de quedarse sin playoffs. Sin embargo, por cosas del destino, sus perseguidores no ganaron y el Pincha se metió como octavo clasificado.

En los playoffs, apareció en todo su esplendor. Luego de las críticas de Tapia y Toviggino, quienes lo obligaron a hacerle un pasillo a Central por una copa que se le otorgó sobre la marcha, el 23 de noviembre el Pincha sacó toda la chapa. En el Gigante de Arroyito y con toda la personalidad, venció 1-0 al Canalla con un golazo de Edwuin Cetré.

Ese triunfo le dio confianza de que podía llegar lejos, ya que sacó a uno de los máximos favoritos. Sin embargo, en cuartos de final, el escollo no fue simple pero el equipo lo sacó adelante: con un golazo de Tiago Palacios, venció 1-0 a Central Córdoba el 29 del mismo mes y se metió en la semifinal del Clausura.

Nunca se imaginó que el rival en esa instancia iba a ser Gimnasia, para disputar el clásico más importante de las últimas tres décadas. Con el Juan Carmelo Zerillo como escenario, Estudiantes se impuso con autoridad ante un Lobo que llegó lejos, luego de haberse salvado del descenso. Con un golazo de Tiago Palacios, ganó 1-0 en pleno Bosque, para meterse en la gran final el 8 de diciembre.

Santiago del Estero fue el epicentro de ese encuentro decisivo ante Racing, donde el 13 de diciembre, Estudiantes escribió una nueva página dorada de su historia: con autoridad y momentos de jerarquía, se impuso ante la Academia para volver a ser campeón del fútbol argentino.

Estudiantes

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