Cine en Navidad: se estrena “Valor sentimental”, una de las favoritas para el Oscar

Las potenciales nominadas a mejor película en la próxima ceremonia de los Oscar no generan demasiado entusiasmo. En cambio, la lista larga de la categoría de mejor película internacional presenta a varias de las películas elegidas entre las mejores del año por la crítica: además de la argentina ”Belén” están “El agente secreto”, de Brasil, “Fue solo un accidente”, de Jafar Panahi, condenado otra vez a prisión en Irán, “Sound of falling” de Alemania, “No other choice”, de Corea del Sur, la española “Sirat”, la tunecina “The Voice of Hind Rajab”... Varias podrían aparecer entre las nominadas a mejor película. Y entre ellas se encuentra la danesa “Valor sentimental”, que se estrena el jueves en cines argentinos.

Es la nueva pelíucla de Joachim Trier, un cineasta de emociones sutiles y dramas delicados. Una cinta que construye su poder emocional sutilmente a través de escenas que laten al ritmo de la vida. Cuando la película alcanza su clímax, un simple intercambio de miradas es suficiente para conmoverte hasta lo más profundo.

Ese efecto no es nuevo para los fans de las películas anteriores de Trier, como “Oslo, 31 de agosto” o su anterior trabajo, “La peor persona del mundo”, protagonizada por Renate Reinsve al igual que “Valor sentimental”. Pero ésta última es una declaración personal única para Trier: trata en gran medida sobre la mezcla de la vida y el arte, y cómo uno enriquece al otro.

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Stellan Skarsgård interpreta al venerado cineasta Gustav Borg, que lleva mucho tiempo alejado de su familia. Pero tras la muerte de su exmujer, Borg vuelve a la vida de sus hijas Nora (Reinsve) y Agnes (Inga Ibsdotter Lilleaas). Al igual que su padre, Nora es dura y testaruda, y su válvula de escape es la interpretación. Gustav quiere que protagonice su nueva película, muy autobiográfica, un proyecto que también despierta el interés de una estrella estadounidense (Elle Fanning).

Tanto Reinsve como Skarsgård tienen similitudes directas con sus personajes. Reinsve, de 37 años, alcanzó el éxito con “La peor persona del mundo”. Skarsgård, de 74 años, es padre de ocho hijos, muchos de ellos actores. Pero “Valor Sentimental”, ganadora del Gran Premio en el Festival de Cannes, tiene un significado más profundo para ellos y para Trier. Al igual que Gustav con Nora, Trier escribió ambos personajes pensando en los dos actores.

“A mucha gente le cuesta crear arte de tipo personal. Yo soy todo lo contrario”

Joachim Trier, director de “Valor sentimental”

“Para mí fue angustiante porque él me conoce muy bien. No sabía qué iba a encontrar. Es muy inteligente y muy sabio, así que lo que encuentra es probablemente la verdad”, contó Reinsve. La actriz cuenta que le preocupaba que la película revelara algo que no quisiera mostrar. Para Skarsgard, “en cierto modo fue halagador, pero no estás seguro de si lo es. El personaje del guion no era realmente como aparece en la película. Recuerdo que le dije a Joachim: ‘¿No puedes superar tus problemas con tu padre?’ Los rasgos más duros del personaje eran muy evidentes en el guion, pero la compasión no lo era tanto”.

ARTE Y EMOCIONES

Reinsve cuenta además que “antes de trabajar con Joachim, interpreté muchos personajes que guardaban sus emociones en su interior y no eran capaces de exteriorizarlas. Joachim generó esa confianza gracias a su forma de trabajar y de ver a las personas. Era seguro dejar salir algo de ahí dentro. Se sienta junto a la cámara y susurra. Es capaz de conectar con el instinto del actor. Soy una persona o una actriz que tiene mucha resistencia, lo cual es bueno para la dinámica de un personaje. Pero también puede impedirte soltar algo que necesitas soltar. Joachim se sienta allí y sabe lo que el actor quiere hacer y dice: ‘Déjate llevar’. Es como si lo hiciéramos juntos”.

El personaje de Reinsve deja salir todo a través de la interpretación, algo que Trier parece defender. Y Skarsgard dice en ese sentido que “siempre he visto la interpretación como una forma de poder hacer lo que no puedes hacer en tu vida privada. En cierto modo, soy bastante reservado. Es fantástico tener este arte en el que también puedes probarlo todo. ¿Puedo sentir eso? ¡Vaya! ¡Sí! Es como un niño jugando en un arenero. Es el mismo mecanismo. Juegan a ser otras personas desde el primer día. Quizás sea evolutivo: imitar a los adultos para sobrevivir”.

“Seguimos siendo niños imitando a los adultos”, agrega Reinsve al respecto.

“A mucha gente le cuesta crear arte de tipo personal”, sigue el director. “Cantan una extraña y sensual canción de amor en un grupo y les da vergüenza que sus padres la escuchen. O escribes un libro transgresor. Yo soy todo lo contrario. Estoy bastante orgulloso de haber hecho películas personales porque mis hijos las verán. Quizás las vean y piensen que son estúpidas o que mis opiniones son raras. No pasa nada, pero eran yo. Creo que esta película surgió de un momento de mi vida en el que pensaba en estas cosas”.