Mete la nariz en todo; Trump y su injerencia sin filtros

Interviene en elecciones extranjeras de manera explícita. Respaldos públicos, amenazas económicas, presiones diplomáticas y guiños a líderes ultraderechistas

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Estados Unidos siempre jugó fuerte fuera de casa. Golpes encubiertos, operaciones de inteligencia y campañas disfrazadas marcaron décadas de política exterior. Pero ningún mandatario llegó al nivel de Donald Trump, que transformó la injerencia electoral en un show público y permanente.

Nada de sutilidad, nada de operaciones secretas: Trump interviene a plena luz del día y desde su herramienta favorita, las redes sociales.

El respaldo al hondureño Nasry Asfura —al que llamó “el único verdadero amigo de la libertad”— fue apenas una muestra del estilo Trump: directo, disruptivo y sin temor a generar terremotos diplomáticos.

Thomas Carothers, referente internacional en temas de democracia, lo dijo sin matices: “Jamás vimos a un presidente estadounidense hacer algo así de manera tan abierta”.

AMÉRICA LATINA: LA ZONA DONDE TRUMP AVANZA SIN FRENOS

Si hay un territorio donde Trump juega con comodidad, es América Latina. La región arrastra décadas de intervenciones estadounidenses, pero la ofensiva del presidente actual es de otra categoría.

Colombia: ataques sin precedentes a un presidente en ejercicio.- El secretario de Estado Marco Rubio apuntó contra Gustavo Petro, al que tildó de “lunático”.

Javier Milei

Una declaración que pisotea cualquier protocolo diplomático y refleja la estrategia regional del trumpismo: confrontación directa y desprecio por las formas.

Brasil: defensa abierta del bolsonarismo.- Estados Unidos sancionó al juez que investiga a Jair Bolsonaro por el intento de golpe.

El mensaje fue explícito: respaldar a los aliados de Trump incluso frente a causas judiciales por desestabilización democrática.

Argentina: promesas millonarias… con advertencias.- Trump anunció un paquete de 20.000 millones de dólares para estabilizar la economía argentina, pero lanzó su frase más perturbadora: la ayuda desaparecería si los votantes no apoyaban a Javier Milei en las legislativas. Ganó Milei. Y Trump festejó como si hubiera ganado él.

Venezuela: insinuaciones de fuerza militar.- Sin elecciones en el horizonte, Trump redobló la apuesta y sugirió usar el poder militar de Estados Unidos para remover a Nicolás Maduro. Un mensaje que, de confirmarse, marcaría una ruptura histórica con la diplomacia continental.

“Es una estrategia sistemática para empujar a la región hacia posiciones cada vez más derechistas”, advierte Will Freeman, del Consejo de Relaciones Exteriores.

Gustavo Petro

EUROPA TAMBIÉN TIEMBLA

La influencia del presidente estadounidense no se queda en el continente americano.

Polonia: apoyo directo al candidato triunfante.- En su visita, la jefa de seguridad nacional Kristi Noem respaldó sin vueltas al conservador Karol Nawrocki, que luego ganó las elecciones.

Una intervención tan explícita que dejó incómodas a varias capitales europeas.

Rumania: elecciones anuladas y un aliado en caída.- Trump intentó empujar al candidato ultraderechista local, que terminó perdiendo tras una primera votación anulada en medio de controversias.

Alemania, Reino Unido, Francia: el club de los favoritos.- JD Vance criticó en Berlín las restricciones contra el partido ultraderechista AfD.

Trump elogió al británico Nigel Farage como “la voz que Europa necesita”. Y defendió a Marine Le Pen tras un fallo judicial adverso en Francia.

Los analistas europeos hablan de un fenómeno nuevo: la internacionalización del trumpismo.

MENOS DEMOCRACIA, MÁS ALINEAMIENTO POLÍTICO

El Departamento de Estado recibió instrucciones de limitar comentarios sobre la legitimidad de elecciones en otros países, desmantelando décadas de diplomacia basada en la promoción democrática.

Para muchos expertos, esta es la señal más contundente de la nueva doctrina Trump: pragmatismo, alianzas ideológicas y presión directa.

LA DOBLE CARA DEL PRESIDENTE

Mientras exige ciertos resultados en otros países, Trump fue protagonista del mayor cuestionamiento interno a un resultado electoral en la historia moderna de Estados Unidos.

Negó su derrota en 2020 e impulsó presiones en Georgia, aunque el caso fue archivado tras su victoria en 2024.

También pidió públicamente al presidente de Israel que indulte a Benjamin Netanyahu, acusado de corrupción.

LA IRONÍA DEL AÑO: TRUMP DENUNCIA INTERVENCIONES…

En mayo, en Riad, criticó el intervencionismo estadounidense en Medio Oriente. Lo hizo mientras su administración intervenía políticamente en al menos diez países.

Para muchos analistas, es la prueba del “intervencionismo selectivo”: condenar lo que no le conviene, impulsar lo que beneficia a su red de aliados.

El politólogo Dov Levin contabilizó más de 80 intervenciones electorales estadounidenses desde 1945, pero advirtió: “Nada se asemeja a lo que hace Trump ahora”.

UNA RED DE AFINIDADES

“Esto no es estrategia global. Es Trump ayudando a sus amigos”, explica Carothers. El ejemplo más reciente: la recepción en la Casa Blanca de Viktor Orbán, a quien llamó “un líder que Europa debería valorar mucho más”.

 

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Donald Trump

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