El mensaje final: un llamado a escuchar a los otros

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Un video inédito del Papa Francisco, grabado el pasado 8 de enero en su residencia de la Casa Santa Marta, fue difundido ayer, apenas días después de la muerte de Jorge Bergoglio, a los 88 años. La publicación, a cargo del semanario italiano Oggi, mostró una faceta íntima y serena de quien fuera Sumo Pontífice: vestido con un buzo tipo jersey de color blanco, hablándole directamente a los jóvenes y dejándoles un mensaje tan simple como esencial en tiempos de ruidos y sobresaltos: “Aprender a escuchar”.

Allí se mostraba sentado en una habitación y la grabación, realizada con un teléfono móvil por un huésped de la residencia, capturaba una atmósfera de proximidad, reflejando la calidez y humildad características del pontífice.

La toma audiovisual formaba parte de una iniciativa de diálogo entre generaciones organizada como preparación para el Jubileo de los Adolescentes, que justamente se celebra estos días en Roma.

En un tono pausado, pero cargado de convicción, Francisco subrayaba, tal como se vio en la pieza fílmica conocida el domingo, la importancia de dar espacio a la palabra del otro, de no interrumpir, de esperar y comprender antes de responder. “Una cosa muy importante en la vida es escuchar, aprender a escuchar. Cuando una persona te habla, espera a que termine para entenderlo bien. Y luego, si quieres, di algo. Pero escuchar es importante”, se escuchó decir a Jorge Bergoglio, casi como una confesión sencilla que parecía resumir buena parte de su visión pastoral.

El Vaticano, a su vez, acompañó la difusión del video —que generó un alto impacto en redes sociales— con un comunicado breve, recordando que el video había sido grabado antes del último agravamiento de la salud del Santo Padre. En ese mismo mensaje audiovisual, Francisco advertía, con denotada preocupación, que “la gente no escucha” y que “en mitad de una explicación responden, y eso no ayuda a la paz”.

Lejos de limitarse a una enseñanza moral, el Papa hacía —conforme se visualizó en el material divulgado por el Vaticano— un llamado concreto a no olvidar a los abuelos, esos testigos silenciosos de la historia familiar que, según él, “nos enseñan tanto”. Y cerraba la intervención con la misma humanidad que marcó toda su trayectoria: “Rezo por ti. Reza por mí”.

La aparición del video coincidió con una jornada particularmente cargada de emoción en el Vaticano (ver pág. 2). En la plaza de San Pedro se celebró la segunda misa de luto por Francisco, una ceremonia que reunió a más de 200.000 personas, en su mayoría jóvenes venidos de distintas partes del mundo para participar del Jubileo.

Cientos de miles de adolescentes coparon las calles romanas en un ambiente de recogimiento y celebración suspendida: uno de los actos centrales del Jubileo, la canonización del joven italiano Carlo Acutis, debió ser pospuesto debido al fallecimiento del Papa.

 

Papa Francisco

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