El calvario vivido por los asilados en la Embajada Argentina en Venezuela

Desde Washington, los colaboradores de Corina Machado hablaron de los días de tensión e incertidumbre que pasaron

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“Fue un rescate de los más espectaculares de la historia”, aseguraron ayer en Washington los venezolanos asilados en la Embajada argentina en Caracas, que se consideran la prueba “de que la libertad es posible”. Magalli Meda, Pedro Urruchurtu, Claudia Macero, Humberto Villalobos y Omar González se refugiaron allí en marzo de 2024 ante una escalada de arrestos previa a las elecciones del 28 de julio, en las que la autoridad electoral declaró ganador al presidente Nicolás Maduro para un tercer mandato entre denuncias de fraude.

Al principio eran seis refugiados, pero en diciembre de 2024 uno de ellos, Fernando Martínez Mottola, se entregó a las autoridades. Murió el 26 de febrero pasado por problemas de salud.

Los asilados, colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, nunca recibieron el salvoconducto que pedían para dejar el país. Salieron de ahí en lo que el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, calificó de “operación precisa”. “Ellos pensaban que nos íbamos a rendir, por eso necesitaban eliminarnos físicamente y nosotros tenemos elementos concretos, sabíamos que en esos días iban a ocurrir eventos”, explicó Omar González.

Fueron “412 días muy complejos” en los que “para sobrevivir tuvimos que estar unidos como una familia (...) con mucha dignidad”, contó Magalí Meda, exjefa de campaña de Machado y del exiliado Edmundo González Urrutia, quien reivindica el triunfo en las presidenciales de 2024.

“Imagínense quedarse encerrados donde están por un año y dos meses trabajando, imagínense, cinco meses sin poder encender un interruptor porque no había luz, cinco meses sin poder abrir un chorro y que saliera agua”, relató Meda sobre el tortuoso momento que le tocó vivir.

Los refugiados reclaman acciones contra Maduro

De acuerdo con las declaraciones de los refugiados, los pilares que sostienen al gobierno son “el financiamiento legal porque viene de empresas y el otro, el oscuro, que es el narcotráfico, el oro de sangre que sacan de allá (...) o el mismo petróleo” pero ese dinero “no va al pueblo de Venezuela, va a engordar las cuentas bancarias de los jerarcas del régimen y otra parte va a la compra de armamento, equipos antimotines, bombas lacrimógenas”, acusó González.

El activista y sus compañeros coinciden en que compañías como Chevron tienen que dejar de operar en el país caribeño. La licencia de esta petrolera estadounidense expira esta semana entrante y Rubio confirmó que no se prolongará.

González también critica a la Corte Penal Internacional (CPI) que en 2018 abrió un proceso de investigación por presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela. “¿Hasta cuándo van a esperar?”, se preguntó el exdiputado, que pide “una orden de captura internacional” contra Nicolás Maduro.

 

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