Suben la morosidad y las deudas de las familias
Edición Impresa | 14 de Septiembre de 2025 | 02:40

La inflación se estabilizó en torno al 2% mensual, pero el alivio no llega a los bolsillos. El poder adquisitivo de los salarios sigue deteriorado y las señales de agotamiento se multiplican: servicios que se pagan con demora, cuotas de colegios en rojo, expensas postergadas y un mayor nivel de morosidad en créditos.
A esta fragilidad se sumó en los últimos meses un incremento de las tasas de interés, que elevó el costo del refinanciamiento y obligó a muchas familias a ajustar cada gasto. La normalización que busca el Gobierno no logra todavía despejar la presión sobre los hogares, que deben recalcular cada peso para atravesar el mes.
En los colegios privados, las cámaras del sector advierten un repunte de la mora. “Hay instituciones con más de 35% de cuotas impagas y riesgo de quiebra, sobre todo en zonas vulnerables del Conurbano”, alertó Perpetuo Lentijo, de ADEEPRA. En tanto, Martín Zurita, de AIEPBA, señaló que el promedio ronda 5%, aunque con un alza del 20% respecto al año pasado.
Las expensas también muestran un panorama complejo. De acuerdo con la plataforma Consorcio Abierto, el 17% de los departamentos en registra deudas y, en promedio, el pasivo equivale al 30% del valor de la expensa mensual. El incremento interanual en CABA llegó a 43,9%. “El nivel de morosidad no baja, pero el monto adeudado sube porque las expensas y las tasas crecen más rápido que los ingresos”, explicó Albano Laiuppa, director de la plataforma.
En el caso de los servicios, los atrasos son más difíciles de medir, pero desde el sector de cobranzas remarcan cambios en los hábitos: los pagos ya no se concentran en una sola fecha, sino que se reparten a lo largo del mes, reflejando la necesidad de estirar ingresos. Incluso se observan familias que abonan facturas en varias visitas a las bocas de cobro para evitar cortes, lo que muestra un mayor estrés financiero.
El crédito bancario, que había repuntado en 2024, también sufre. El BCRA informó que la morosidad en préstamos a familias alcanzó 5,2% en junio, el mayor nivel desde 2010. En los personales llegó a 6,5% y en las tarjetas de crédito, a 4,9%. Estos números reflejan un cambio de tendencia: la etapa de expansión del financiamiento quedó atrás y hoy prima la dificultad para sostener los pagos.
Con salarios que no recuperan terreno y tasas que suben, el cuadro muestra a los hogares cada vez más apretados.
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