El Festival de la Luz, en La Plata

En una de las actividades más destacadas del Festival de la Luz, cuya 19ª edición comenzó esta semana en más de 25 ciudades de todo el país bajo la consigna “Rastros de irrealidad”, se inaugura hoy a las 19 en el Museo de Arte y Memoria -9 entre 51 y 53- “El borde interno / Fotografía Mexicana”, una reconstrucción de la dicotomía del país azteca que se balancea entre la violencia y la resistencia.

Con curaduría de Santiago Hafford, la exposición atraviesa diferentes aspectos de la vida cotidiana mexicana como el Estado paramilitar del narcotráfico, las fronteras clausuradas, las profundas desigualdades económicas, las remesas, las rutas, el desierto, los camellos y Ciudad Juárez, bajo la sensible mirada -social y política- de referentes mexicanos como lo son Alejandro Cartagena, Mayra Martell, Dulce Pinzón y Mónica González.

Según se detalla en el texto curatorial de la exposición, los fotógrafos buscan en sus imágenes un equilibrio habitable entre las tensiones que definen su vida como país: un equilibrio siempre inestable, siempre condicionado por su ubicación geopolítica, por esos 3.185 kilómetros de frontera con Estados Unidos.

En “Carpoolers”, Alejandro Cartagena retrata camionetas de trabajadores, familias, animales que se desplazan por una ruta. Las fotografías son tomadas desde un puente justo en el momento que pasan por allí. Todas las tomas son idénticas; varía el vehículo y lo que carga en su parte trasera. Se trata, sin dudas, de una mirada original y excepcional, ya que habitualmente no se ve lo que va dentro de esas camionetas. Estas imágenes también nos muestran los amplios y vertiginosos cielos que acompañan el recorrido de los viajeros. Así, Cartagena logra una mirada que se acerca a universos privados. Con todos estos elementos, utilizando un concepto de obra contemporáneo, el espectador tiene la libertad de hacer las asociaciones y reflexiones que crea posible.

Dulce Pinzón construye en cambio un ídolo cotidiano. La dirección de la mirada del artista y del espectador coinciden en que ese héroe de los cómics que representa a los inmigrantes mexicanos emigrados a EEUU, quienes trabajando mucho envían parte del salario a sus familias que viven en México. Los colores planos, puros, no necesariamente estridentes, componen a los héroes que visitan la vida cotidiana de la gente común, sus lugares de trabajo, y así va construyendo una escena que evita lo espectacular pero brinda centralidad al personaje disfrazado. Es un superhéroe conocido (Batman, Superman, el increíble Hulk) pero que otorga un significado diferente en un contexto de trabajo y solidaridad. La ternura es protagonista.

Mayra Martell, en “Memory Log Book”, nos presenta otra cara de México; el tono de su obra es dramático, sumamente triste y crítico. La fotografía como denuncia, desolación y ausencia: la desaparición de tantas mujeres, la destrucción de una ciudad, escenario de guerra entre carteles de la droga. Ciudad Juárez, la ciudad pujante varias décadas atrás, hoy es “como si se hubiera caído y algo adentro se quebró, es como la esencia de un infeliz, tan aturdido por la pérdida, que se quedó trabado y trabado en la misma pieza de tristeza”, dice Mayra Martell.

“Geografía del dolor” es el nombre del documental de Mónica González, la cuarta fotógrafa mexicana que participa de este proyecto. Después de trabajar muchos años retratando el dolor de los asesinatos causados por el narcotráfico, Mónica comienza a ver que detrás de cada persona asesinada hay una familia que sufre, muchas víctimas, viviendas y pueblos enteros destrozados, y hacia allí dirige su producción. Como el nombre lo dice, la geografía habla del lugar donde se producen todos los hechos trágicos que van marcando la realidad del país. El soporte técnico que utiliza para conocer esa geografía invita al espectador a involucrarse al tener que elegir el lugar para escuchar y tomar conciencia de los acontecimientos.