“En el verano, cuando empezó el año, éramos los peores”

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El de anoche pudo haber sido el último partido de Ezequiel Barco con la camiseta de Independiente, porque Atlanta United, el equipo de la Liga de los Estados Unidos que tiene a Gerardo Martino como entrenador, está dispuesto a pagar 15 millones de dólares.

La negociación comenzó antes de que se jugara la final de la Copa Sudamericana, así que tras la actuación consagratoria de anoche en el Maracaná se verá si el traspaso continúa adelante en esa cifra, porque el juvenil de 18 años que nació en Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe, terminó de sacar chapa de gran jugador.

Se hizo cargo de un penal que pasará a la historia, se expuso a un posible fracaso en la ejecución, y no falló: cruzó el derechazo abajo, al otro palo de donde fue el arquero, y ese gol consagró campeón a Independiente. Nada menos.

“No lo podemos creer, es una noche increíble para todo Independiente. Y para los pibes que crecimos en el club es algo imborrable”, dijo el goleador del Rojo en medio del festejo adentro de la cancha.

En un repaso en caliente de lo que fue un gran año para Independiente, Barco se acordó de lo mal que lo pasó el equipo en los primeros partidos del año, con fanáticos que se manifestaron muy críticos ante la falta de resultados.

“En el verano, cuando empezó el año, éramos los peores”, dijo en referencia a los ensayos de pretemporada.

MANUEL, PRESENTE

Volvió a estar junto al equipo de Independiente, en Río de Janeiro, Manuel, el sanador de Gorina, a quien se lo vio en el vestuario y recorriendo el campo de juego al término de la gran final, e incluso aceptando el diálogo con la prensa.

“Era un partido duro, porque ellos juegan un montón, pero tenía fe”, resumió el generador de “energía positiva” que ganó protagonismo en Estudiantes, y en la pasada Eliminatoria Sudamericana para el Mundial 2018 acompañó al seleccionado nacional en la clasificación lograda en Ecuador.

 

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