Egresados de un secundario platense donaron fondos a un instituto en crisis

En 4º año empezaron a ahorrar para cumplir los típicos sueños de los egresados: viaje a Bariloche y gran fiesta. Juntaron dinero todos los meses desde entonces las tres divisiones completas y este año, ya con el título de bachiller casi en la mano, los estudiantes de 6º del Colegio del Centenario tuvieron sus dos tradicionales celebraciones. Pero tan rigurosos fueron con el pago de las cuotas a las que se habían comprometido a aportar que les quedó un buen resto de efectivo. Para ver en qué destinaban la plata, los chicos votaron entre gastarla en otra reunión, repartírsela entre el grupo o donarla a una institución y los 93 adolescentes eligieron, de manera unánime, ayudar a una entidad que se ocupa de la formación de niños y jóvenes con discapacidades intelectuales y que atraviesa por estos días una difícil situación económica.

La finalización de los estudios secundarios es clave en la vida de los adolescentes: culminan una etapa vital e inician otra camino a la adultez. Y este en particular lo será para la promoción 2018 del Centenario. Muy unidos, todos, incluso entre las distintas divisiones, los egresados comparten un gesto que hará todavía más inolvidable su época estudiantil. Porque ni uno de ellos dudó en optar por la moción propuesta en el grupo de Whatsapp que favorecía al Instituto de Psicopedagogía Especial (IPE).

Uno de los chicos que egresan del colegio de 14 entre 46 y 47, Lucas Scaramellini, tiene una hermana que concurre al IPE y sabe entonces de las dificultades que atraviesa el instituto con la sede educativa en la calle 41 entre 19 y 20 y un centro de día en Parque Sicardi. Se trata de uno de los pocos espacios en la Ciudad que, sin fines de lucro, realiza toda una tarea pedagógica para incentivar el desarrollo intelectual a chicos discapacitados. Con la cápita de IOMA prácticamente congelada desde hace meses, una deuda muy abultada producto de un juicio laboral y costos de mantenimiento que crecen sin parar para sostener a 170 alumnos entró en concurso de acreedores y busca alternativas de salvataje. Conmovidos por la situación, los estudiantes del Centenario decidieron tender ese puente a la entidad.

Lucas le contó a sus compañeros que el IPE, por caso, está en tal desventaja económica que organizó para mañana una cena para recaudar fondos. También les habló de lo importante que ha sido para su hermana asistir a la institución, el grupo de compañeros del que se ha hecho amiga, lo que ha aprendido en estos años y la enorme posibilidad que tiene ahora, gracias al trabajo que se lleva adelante en ese establecimiento educativo, de insertarse laboralmente. Las propuestas de tener otra fiesta o dividirse el dinero cayó de inmediato y todos los votos se pusieron del lado de la donación.

A él, la reacción de sus amigos, le resultó por demás conmovedora. “Me emociona mucho porque salió de mis compañeros y fue tan espontáneo que realmente me sorprendió”, dijo Lucas.

Agustín Lagos, otro de los estudiantes del gesto solidario, explicó que el dinero ahorrado lo venían recaudando desde 2016 y remarcó, en ese sentido, cómo fue el sistema para juntar la plata: “Poníamos una cuota todos los meses, de 100 pesos, durante tres años seguidos, para realizar el viaje a Bariloche, que al final pudimos hacer sin tocar esa plata”.

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Para el flamante egresado, la generosa acción le deja al grupo una enseñanza y es que, resaltó, “siendo jóvenes se pueden hacer cosas buenas, de forma desinteresada y que sirvan para ayudar a otras personas, en este caso esta institución que es muy importante por el trabajo que vienen realizando desde hace tiempo”.

Por otro lado, el joven destacó el apoyo de los padres en la decisión tomada. “Seguramente ya están todos enterados, tenemos un grupo de padres del que recibimos mucho apoyo. No sé si están enteradas las autoridades de la escuela porque no comunicamos nada. Lo más importante es que vamos a ayudar al IPE. Esta semana, la madre de Lucas estará llevando el dinero recaudado para concretar esta ayuda”, concluyó.

El IPE es una asociación civil fundada por padres de chicos con discapacidad mental el 15 de octubre de 1971. En sus inicios, el proyecto se desarrolló en un garage; luego, con el tiempo, se fueron consiguiendo donaciones y subvenciones del Estado y ahora la institución cuenta con una sede en 41 entre 19 y 20 y un predio en 7 entre 645 y 647 donde funciona el centro de día. Al espacio de Parque Sicardi concurren jóvenes que no son absorbidos por el sistema laboral tradicional y no reúnen tampoco las condiciones para ingresar en un taller protegido.

“Un gesto que nos sorprende”

Juan Martín Zurueta, presidente del IPE, manifestó su satisfacción por la decisión de los adolescentes. “Nos sorprende porque uno siempre espera gestos solidarios de instituciones, pero nunca piensa que va a salir de chicos que están terminando el colegio y que podrían destinar el dinero ahorrado en un divertimento para ellos”, reflexionó el dirigente, quien adelantó que con ese aporte, lo recaudado en la cena de mañana y otras donaciones que puedan ingresar se tratará de solventar gastos diarios de la institución.

Quienes deseen colaborar con la entidad pueden adquirir una tarjeta ($700) para la cena que se realizará mañana en un restaurante de 44 y 157. Tendrán que enviar un correo electrónico a comisionipe2014@gmail.com o llamar al teléfono 483-3094.