Un calor agobiante que obligó a varios parates

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La Superliga dejó atrás a partir de este fin de semana los horarios de verano y, por eso mismo, se comenzó a jugar nuevamente antes de las 17 horas. Pero el calor aún no pasó en nuestro país, y ayer tanto los jugadores de Gimnasia como de San Martín sintieron los 35 grados que hizo en San Juan mientras se disputaba el encuentro. Es que en un país extenso como el nuestro, hay regiones en que a esta altura del año el calor sigue siendo muy intenso y resulta nocivo para la práctica profesional del deporte.

El sol, que no se escondió en ningún momento ya que el cielo siempre se mantuvo despejado, le sumó algunos grados a la temperatura real, y por este motivo el árbitro Jorge Baliño paró el partido para que los protagonistas se hidraten a los 20 y los 40 minutos de cada etapa.

La jornada de sábado en San Juan no tuvo 24 horas de calor agobiante e, inclusive, por la mañana temprano el termómetro no superó los 13 grados. Según le contaron a este medio vecinos de la ciudad, es normal que amanezca fresco y empiece a hacer calor llegando a horas del mediodía. Por la noche, en tanto, vuelve a refrescar, aunque no tanto como en los primeros momentos de la jornada.

Lo cierto es que el calor jugó para los dos equipos y, evidentemente, lo afectó más a Gimnasia, aunque eso de ninguna manera puede ser una excusa para un equipo que se equivocó en todas las líneas y al que no se le cayó una idea en ningún momento a lo largo de los noventa minutos.

Una excursión de terror para un Lobo desconocido en tierras cuyanas.

 

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