River fue una máquina

Igual que Independiente el viernes, contra Central Ballester, los Millonarios mostraron que, jugando a pleno, es posible hacer valer los pergaminos. Le metieron siete a Central Norte en cancha de Colón de Santa Fe

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Cuando sobre la media hora, River e sacó cuatro goles de ventaja a Central Norte de Salta, el único interrogante en pie pasó a ser hasta donde llegaría la diferencia, y si el equipo Millonario podría llegar a la altura de Independiente, el conjunto de Avellaneda que el viernes por la noche le hizo ocho goles a Central Ballester.

Al final, el conjunto Millonario ganó 7 a 0, por las anotaciones de Ignacio Scocco (2), Ezequiel Palacios (2), Lucas Pratto, Lucas Martínez Quarta y Rafael Santos Borré, que no se incrementó porque Rodrigo Mora, uno de los que ingresó en el segundo tiempo, falló un par de veces con todo a favor.

Con este triunfo, River, que es el bicampeón defensor del título, completó una serie de 13 partidos ganados en forma consecutiva en una misma competencia, y obviamente se encamina a lo que será uno de los objetivos de la segunda mitad del año: alcanzar el tricampeonato en esta competencia a la que avanzó a los 16avos.

El partido de ayer tuvo como epicentro el estadio Brigadier General Estanislao López, de Colón, en Santa Fe, y en la próxima instancia, el ganador deberá eliminarse con Villa Dálmine, que milita en la Primera B Nacional.

En lo que tuvo que ver con lo ocurrido en el mano a mano con Central Norte, desde el primer minuto River impuso su jerarquía ante un equipo que rápidamente dejó ver que es semi profesional.

Central Norte perdió la chance de jugar el torneo Federal A de este año cuando en diciembre cayó derrotado por penales frente a Racing de Córdoba, lo cual significó un golpe durísimo.

De soñar con la posibilidad de un ascenso a la Primera B Nacional, pasó a la nada prácticamente, aunque se aferró a la ilusión de jugar la Copa Argentina, a la que llegó a este partido contra River.

Ni bien la pelota comenzó a rodar, la distancia futbolística quedó expuesta, y cada ataque elaborado por el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo representó un problema sin solución para la defensa de los salteños.

En el complemento, River buscó más que nada aceitar su funcionamiento general, sin tanta voracidad como en la etapa inicial. En parte por esta situación es que la cuenta final se interrumpió en el 7-0 marcado a los 19 minutos por Rafael Santos Borré.

Otro partido sin equivalencias entonces, que para los Millonarios tuvo el nivel de entrenamiento.

 

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