Las noches de copas tienen ese no sé qué

El pueblo pincharrata y un respaldo popular enorme para el equipo del Chino Benítez en su encuentro por la Libertadores de América

Edición Impresa

Estudiantes y Copa Libertadores tienen un vínculo especial, desde la década del ‘60 a esta parte. Por eso anoche no extrañó la muy buena convocatoria de los hinchas y su manera especial de vivir los 90 minutos. Fue una fiesta cargada de pasión, nervios y rivalidad que sólo los que juegan esta competencia pueden entender.

Aunque con visibles muestras de fastidio por tener que dejar la ciudad una vez más (algo aplacó el anuncio del lunes de la firma del contrato con el banco Itaú), los albirrojos coparon Quilmes con la bandera roja y blanca bien alta. En pocas palabras, la fiebre copera se instaló una vez más en estos lados del país.

El ingreso del público local fue lento. La caravana que partió desde La Plata alrededor de las 19 fue conducida por la Policía por la ciudad de Berazategui. De esta manera se evitó el colapso de los autos particulares por el ingreso de Quilmes pero hizo que el arribo de estos hinchas se demorara más de la cuenta. El grueso ingresó pasadas las 21:30, es decir justo con el inicio del partido.

Recién con el público en las tribunas el partido tuvo el color y el calor que merecía. Fue un grito de guerra desde el minuto cero, a pesar de la adversidad de dos planteles claramente diferentes en cuanto a sus figuras y presupuesto.

Entre las banderas colocadas alrededor del campo se pudieron encontrar las siguientes: “Puente de Fierro”, “Altos de San Lorenzo”, “Hernández”, “Verónica”, “Gorina”, “23 y 68”, “La Loma”, “Mondongo”, “Gonnet”, “Basso”, “Lanús te ama”, “Abasto”, “Punta Lara”, “Tolosa Enajenada”, “Maipú”, “Los Leales”, Agustín” y “Centinela”.

Una hora antes de que comenzara el partido los hinchas de la barra Leales había colocado una veintena de banderas largas denominadas “tirantes”, que tuvieron que ser retiradas por disposición de la Policía Bonaerense, encargada de la organización del evento.

Además dijeron presente una buena cantidad de hinchas de diferentes filiales de la provincia y de lugares cercanos. Por ejemplo hubo representantes de Florencio Varela, Brandsen, Rosario, Chascomús, Magdalena, Ranchos, Córdoba, Tandil, Balcarce, Neuquén, Salta, Marcos Paz, Junín, Verónica, Mar del Plata, Puerto Madryn, Tucumán, Leones de Zona Norte, Venado Tuerto, y la de la filial Ciudad de Buenos Aires. Todos ellos ingresaron y se ubicaron en la tribuna lateral, sobre la calle Lavalleja.

El más aplaudido fue el arquero Mariano Andújar, otra vez capitán del equipo y los suplentes Mariano Pavone y Gastón Fernández. Por supuesto que no faltaron los cánticos contra la AFA, por esa negligencia que casi deja sin copa Libertadores a cinco de sus jugadores.

Del otro lado hubo un muy buen acompañamiento. Alrededor de 500 hinchas se ubicaron en el sector alto de la tribuna Milozzi. Los hinchas de Gremio accedieron hasta Quilmes en dos buses, tres combis y varios autos alquilados. El jefe de seguridad de Boca fue quien hizo la logística y acompañó a los simpatizantes del equipo visitante, que llegaron, estuvieron y se fueron sin sufrir ningún tipo de inconvenientes.

HOMENAJE POSTERGADO

El reconocimiento que la dirigencia de Estudiantes le iba a realizar anoche a Leandro Desábato, quien se retiró del fútbol en el último partido del Pincha por copa Libertadores, quedó postergado hasta nuevo aviso. La razón obedeció a un fuerte cuadro gripal del ex jugador de la institución que llegó hasta La Plata el lunes para estar en el partido pero no pudo salir de su casa.

CAMPO DE JUEGO, IMPECABLE

El estado del campo de juego de Quilmes estuvo de la mejor manera. Hacía muchos años que el césped no lucía tan verde. Es que Estudiantes estuvo trabajando de manera intensa en los últimos meses para que el partido tuviera la mejor escenografía. De hecho se cambiaron los dos arcos, se mejoró la iluminación y los accesos.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE