Paradojas de la política: festejan Macri, Cristina y el peronismo

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Por JOSÉ PICÓN

jpicon@eldia.com

María Eugenia Vidal acaba de adoptar una decisión incómoda. Puso sobre la mesa y evaluó las necesidades políticas del Presidente y juzgó que en estos tiempos en los que Macri y su gobierno no generan desbordes de entusiasmo, debía expresar su lealtad al dirigente que le abrió las puertas para su incursión en la política.

Finalmente no habrá adelantamiento electoral en la Provincia. El proyecto con el que se había entusiasmado la Gobernadora y que empujaban intendentes de Cambiemos y desde varios meses antes el diputado nacional Emilio Monzó, no pasó la puerta de los laboratorios oficiales. Y que haya estallado el tubo de ensayo que incluía las dosis precisas del desdoblamiento, es festejado por propios y ajenos.

Es toda una rareza política. Y una enorme paradoja. Celebran Macri. Pero también, Cristina Kirchner. No sólo ellos: ahora el peronismo bonaerense se entusiasma con arrebatarle a Cambiemos la Gobernación que en otro escenario parecía imposible.

El Presidente podrá ahora contar con el empuje de Vidal en la boleta. Macri necesita como el agua levantar sus acciones en territorio bonaerense donde la Gobernadora logra interesantes índices de aceptación. En una provincia que reúne el 38 por ciento del padrón nacional, un derrape feo termina con el sueño presidencial de cualquiera. Y el Presidente juzgó que no estaba en condiciones de prescindir de la figura taquillera de Vidal. Por eso presionó, y logró, la unificación del calendario electoral.

Cristina Kirchner surge como una involuntaria beneficiada del no desdoblamiento. La ex presidenta mide en algunos distritos entre 4 y 5 puntos menos que algunos intendentes del PJ. Ahora, podrá usufructuar de ese empuje que le llegará desde los distritos y alimentar el sueño de volver al poder catapultada por una soñada victoria por amplio margen en la Provincia.

También se dibujó una mueca de satisfacción en el PJ bonaerense, que había quedado descolocado frente al amague del adelantamiento. Varios intendentes se relamían anoche imaginando un escenario de probable triunfo. “Macri le va a quitar 5 puntos a Vidal”, especulaban. La frutilla del postre es poder colocar a uno propio al tope de la fórmula. Antes, claro, deberán convencerla a Cristina.

 

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