Boca no pudo lograr la hazaña y River se metió en otra final

El equipo de Alfaro ganó 1-0 en los ´90, pero el Millonario hizo prevalecer el triunfo en la ida (2-0), por eso, volverá a definir la Copa Libertadores, Jan Hurtado hizo el gol xeneize

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Boca estuvo cerca de la hazaña, pero no le alcanzó. A pesar de haber ganado 1-0 en la revancha de anoche, River se clasificó para disputar una nueva final de la Copa Libertadores, porque hizo prevalecer los dos goles que había conseguido en el choque de ida. El venezolano Jan Hurtado convirtió el tanto del equipo de Gustavo Alfaro, a diez minutos del final del encuentro.

Boca arrancó con todo. De entrada, nomás, le tiró la carrocería encima a River, con los laterales jugados al ataque, con Salvio volcado por derecha, juntándose con Mac Allister; Tevez pivoteando por el medio, y Wanchope mezclado entre los centrales. Los primeros 15 fueron todo de Boca, manejando los espacios, cerrándole los caminos a Nacho Fernández y a Palacios; y evitando que Borré y Suárez quedaran siempre expuestos ante los centrales.

Pero Boca no se dio cuenta que con semejante ímpetu le dejó la contra servida a River. De la Cruz, con tres corridas por izquierda, no solo burló los cruces de Buffarini, sino que puso en aprietos a una defensa que arriesgó demasiado y que se mostró dubitativa.

A River le costó acomodarse en el campo de juego, porque la presión alta que ejerció Boca lo puso incómodo. A tal punto que Nacho Fernández no pudo en el mano a mano con Almendra; Enzo Pérez tuvo que retrasarse algunos metros porque Tevez se tiró por ese sector; Palacios no estuvo fino en las entregas, y en consecuencia, tanto Borré como Suárez fueron absorbidos por la marca. Salvo de la Cruz, por izquierda, y las proyecciones de Casco por ese sector fueron los más activos de un equipo que no estuvo preciso como en otras ocasiones.

Boca tuvo la primera, a los 8, cuando Abila, entrando por izquierda, remató desviado luego de capitalizar un rechazo defectuoso de la defensa de River,

El local, a pesar de haberse mostrado más activo que su rival, le costó armar sociedades. Tevez no se encontró muy poco con Mac Allister; Salvio, como perdido por la derecha, aunque siempre peligroso en la corta; Marcone y Almendra hicieron un buen trabajo en el “doble cinco”, pero siempre exponiéndose a las contras de River.

El equipo de Gallardo avisó a los 16, con un tiro libre de De la Cruz que quiso sorprender a Andrada, pero el arquero estuvo atento.

Y a los 21, llegó la primera intervención de VAR, en una jugada que terminó con el gol de Salvio, pero en la previa, hubo una mano en el camino de Más.

River, empezó a equilibrar el partido después de los 25, porque los volantes se soltaron mejor; Casco aprovechó su sector para acompañar a De la Cruz; y Borré le pudo encontrar la vuelta en el mano a mano con Emmanuel Más.

Sin embargo, el rendimiento del Millonario estuvo lejos de asimilarse al que mostró en el primer partido, pero con poco le alcanzó para no pasar sobresaltos.

River eliminó a Boca y jugará por segundo año consecutivo la final de la Libertadores

 

A los 43, Boca estuvo a punto de marcar el primero, cuando Enzo Pérez, rechazando en forma defectuosa, exigió a Armani para que sacara la pelota por encima del travesaño. Y en la jugada siguiente, Borré le armó un lío bárbaro a la defensa de Boca; cedió hacia el medio pero el disparo de Palacios se fue apenas desviado.

BOCA, ACTIVO Y DECIDIDO

Boca volvió a adueñarse del partido, ni bien se reanudaron las acciones. Mac Allister, con más dinámica; Tevez con mayor protagonismo y Abila, bien metido entre los centrales; River, en tanto, volvió a tener problemas en la recuperación. Ni Enzo Pérez ni Nacho Fernández tuvieron posibilidades de hacerse de la pelota. Salvo algunas cositas de Borré por derecha y de De la Cruz, por el otro sector.

La idea futbolísticas del Millonario fue aguantar bien en el fondo, salir rápido de contra y jugar con el resultado puesto.

A los 10, Mac Allister, después de un pase largo de Buffarini, recibió en la boca del área y su disparo se fue apenas desviado sobre el palo derecho.

Boca tuvo juego asociado, cosa que no se había visto en el primer tiempo; pero volvió a equivocar los caminos en ataque, porque en varias ocasiones, tuvo que utilizar los pelotazos frontales para lastimar. No obstante, fue el que siempre buscó y el que inclinó la cancha, más allá de que su mayor déficit estuvo en los metros finales.

Con los cambios, Alfaro buscó darle frescura al ataque, pero además, jugárselo el todo por el todo. La idea fue quemar los últimos cartuchos en procura de achicarla diferencia. Zárate, tirado por izquierda, no pesó demasiado, salvo con algunas pelotas paradas.

River sintió la presión. No pudo volcar su característico juego, y en consecuencia, apostó a la contra. La entrada de Pratto no fue la solución. Ni tampoco la de Nacho Scocco. Boca, como en toda la noche, volvió a tener otra pelota parada a su disposición. Y de esa jugada quieta, llegó el gol. Centro desde la izquierda, Zárate y López que entran sin marca, pero el último en tocarla fue Jan Hurtado.

Ese gol potenció a River (vaya paradoja), porque se adelantó en el campo de juego; Pratto se encargó de pelearse con todos, los volantes salieron rápido, aunque en ataque volvió a tener dificultades.

Boca, se la jugó, pero sus intentos (por arriba y por abajo) siempre terminaron por favorecer el trabajo de los centrales de la visita (Pinola, el mejor). Aunque se adicionaron cinco minutos, el equipo de Alfaro no encontró los espacios ni tampoco los caminos para llegar al segundo gol, el que lo hubiese depositado en los penales, que finalmente no llegaron.

 

 

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