La inflación fue menor de la esperada en octubre, pero siguió muy alta: 3,3%

Se desaceleró con respecto a septiembre. Creen que incidió el freno a los precios de alimentos, combustibles y tarifas en plena campaña. Pero para noviembre ya pronostican otro salto. En 2019 llegaría casi a 50 por ciento

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La inflación se desaceleró a 3,3 por ciento en octubre respecto del mes anterior gracias al freno provisorio que puso el Gobierno a los precios de los combustibles, alimentos y tarifas de servicios públicos en plena campaña para las elecciones generales que consagraron al opositor Alberto Fernández.

No obstante, los economistas pronosticaron que la tregua será breve. Y ya apuntan que en noviembre puede ser mayor al 4 por ciento tras los últimos aumentos, como los de las naftas y los de productos alimenticios, además de los de medicina prepagas y telefonía móvil, entre otros. En 2019 llegaría a casi el 50 por ciento.

Por lo pronto, con la cifra de octubre, la inflación acumulada en los primeros diez meses de este año es de 42,2 por ciento, según el informe dado a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Respecto del mismo mes de 2018, la cifra escala al 50,5 por ciento.

En septiembre la inflación había sido de 5,9 por ciento, la mayor del año, como consecuencia de una brusca depreciación del peso por la incertidumbre que había generado en los mercados el escenario electoral. Con bienes y servicios que toman como referencia al dólar, el temblor cambiario se trasladó a los precios.

La desaceleración de la inflación en octubre estiman que estuvo ligada a las medidas adoptadas por el Gobierno en la campaña como la eliminación del impuesto al valor agregado (IVA) para los alimentos que conforman la canasta básica y el congelamiento en el precio de los combustibles y las tarifas de servicios públicos.

Algunas de ellas ya caducaron, como en el caso de los combustibles y el gas para viviendas. En lo que respecta al IVA su vigencia es hasta fin de año, por lo que es de esperar que en noviembre repunte el costo de vida.

En octubre las mayores subas de precios se registraron en los rubros equipamiento y mantenimiento del hogar (8,1 por ciento) y en bebidas alcohólicas y tabaco (6,2 por ciento). Se desaceleraron con los alimentos (2,5 por ciento).

La subida del 3,3 por ciento, como se dijo, muestra una desaceleración respecto del pico del 5,9 por ciento de septiembre y del alza del 3,9 por ciento de agosto, pero la tasa está aún por encima de las registradas antes de la fuerte depreciación del peso frente al dólar desencadenada tras las primarias del 11 de agosto.

En julio la tasa de inflación había sido del 2,2 por ciento, la menor del año.

“La inflación permanece en niveles muy elevados y no consigue converger hacia los niveles pre-devaluación”, advirtió en un informe el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.

La subida del precio del dólar, un fenómeno que rápidamente se traslada en Argentina al resto de los precios de la economía, volvió a acelerarse en los días previos a los comicios presidenciales del 27 de octubre.

Pero, tras la elección, el Gobierno de Mauricio Macri profundizó las restricciones a la compra de dólares decretadas inicialmente en septiembre, lo que frenó la escalada en el precio de la moneda estadounidense y, por ende, moderó su impacto en la inflación en los últimos días de octubre.

Según la consultora privada Elypsis, el “súper cepo”, como se denomina al profundizado control cambiario, “contuvo los precios en los últimos días del mes”, evitando un alza mayor en octubre.

Los precios al consumidor ya habían acumulado el año pasado un aumento del 47,6 %, el nivel más alto desde 1991, y, con los últimos sobresaltos, se espera un número mayor para este año.

Las últimas proyecciones privadas que recaba el Banco Central calculan que la inflación acumulada en 2019 será del 55,6%, más del doble del 23% previsto en el Presupuesto para este año.

La consultora Ecolatina advirtió que en el inicio del año próximo “la inflación permanecerá elevada” en la medida en que se descongelen las tarifas de servicios públicos y se revierta la quita del IVA a alimentos -dos medidas de emergencia decretadas por Macri en agosto, en medio de las severas turbulencias financieras- y que crezcan los salarios.

El Gobierno saliente de Macri prevé que la inflación desacelerará en 2020 al 34,2 por ciento, pero consultores privados ya pronostican un alza del 42,9 por ciento, mientras que el Fondo Monetario Internacional proyecta un incremento del 39,2 por ciento.

 

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