El Pincha, en alerta: un ataque al estadio que pudo ser tragedia

El nuevo estadio de Estudiantes sufrió un atentado con elementos explosivos el pasado sábado que, de milagro, no terminó en tragedia. Las cámaras de videovigilancia registraron cómo fueron lanzados lo mismos hacia el interior del recinto y el club realizó la denuncia correspondiente en la Justicia Federal Nº3, secretaría 9, por tratarse de un “atentado a la seguridad pública” (un delito grave).

El ataque ocurrió a las 4:30 de la madrugada del sábado cuando dos autos frenaron sobre calle 57 (casi esquina con 115), de los que bajaron al menos tres sujetos para lanzar al interior del estadio seis bolsas de nylon color negro que contenían elementos explosivos (más de 70 latas de bomba de humo azul) distribuidos en cajas de hamburguesas. Las mismas tenían adjuntadas sensores remotos que funcionaban con pilas para ser activadas a distancia. Se calcula que todo tuvo un costo superior a los $50.000.

La idea de los agresores era activar el humo azul en el momento que los jugadores de Estudiantes entraban al campo de juego. Finalmente fueron pocos los elementos que detonaron, ya que la mayoría fallaron, y rápidamente intervinieron los bomberos.

Es válido remarcar que dichos elementos pirotécnicos, por el lugar donde fueron lanzados, podrían haber provocado un cortocircuito y generar un incendio de los tanques de agua y electricidad. Además estaban muy cerca de la tribuna popular 57, la cuál estaba colmada a la hora que fueron detonados.

Los hinchas albirrojos que dijeron presente en el partido el sábado advirtieron el humo azul de las pocas bombas que finalmente se activaron y comenzaron a cantar en contra de Gimnasia.

AGRESORES IDENTIFICADOS

Los agresores actuaron a cara descubierta y, por este motivo, fueron rápidamente identificados cuando fueron analizados los registros de las cámaras de seguridad.

Se espera que sea inminente sus detenciones, aunque esto depende de lo que disponga la Justicia.

¿POR QUÉ NO FUE EVITADO?

Desde el club le explicaron le explicaron a este medio que el monitoreo en vivo de las cámaras del estadio recién comenzó a funcionar el día del partido (después del ataque).

Hoy en día ya están activos tres turnos que miran las 24 horas lo que sucede en el perímetro y el interior. Las grabaciones permitieron, igualmente, tener las imágenes del atentado.