Alivio indispensable para un “León” que necesita volver a ser confiable

Braña, muy cerca de su retiro, sigue siendo importante. Hizo ruido que Pavone no estuviera de titular. El pibe Juani Díaz aprobó

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Por MARTÍN MENDINUETA (*)

@firmamendinueta

En la coyuntura de mayor inestabilidad en el cargo, Leandro Benítez encontró el único alivio que le servía: ganar. Estudiantes estableció diferencias claras en el juego durante el primer tiempo y cayó bastante el nivel de su producción en el complemento, pero aún así resultó justo vencedor. Fue, claramente, de mayor a menor hasta terminar refugiado en su campo por la enjundia de un modesto rival. Lejos estuvo de ser una tarde fácil; por el contrario, el susto anidó entre sus fieles que no lo dejaron solo en su regreso a una localía muy extrañada.

Esta semana se hablará de todo lo que le falta al equipo que conduce el “Chino”, hombre de la casa querido y respetado, aunque lo más valioso para el conductor del grupo es la certeza de que sigue siendo su equipo; y no el de un técnico interino. Si no hubiera ganado, el escenario hubiese sido tremendamente incómodo para este entrenador que recién está empezando como tal y que conoce las impiadosas reglas de esta “selva” desde muy joven.

En un momento nada simpático, donde abundan los lesionados y vuelven a gestarse miradas críticas sobre la calidad de los refuerzos que llegaron en el reciente mercado de pases, el “León” necesita recuperar, una parte al menos, de aquella imagen de formación confiable que los rivales calificaban como brava en todas sus líneas. Hoy Estudiantes es un equipo del montón y dicha etiqueta no duele en tanto y en cuanto no siga acercándose a una posición indeseada en la tabla de los promedios. Ese es justamente el límite.

Paciencia para esperar que Edward López, súbitamente convertido en delantero, empiece a pagar con goles puede haber; paciencia para que Enzo Kalinski se haga patrón en el mediocampo, también. Y lo mismo ocurre con la saludable aparición del defensor Juan Ignacio Díaz, que no defraudó en su debut, y con el chileno Gonzalo Jara, que muestra condiciones como para convertirse en el compañero habitual de Schunke en la zaga. Lo que no soportará la gente es seguir perdiendo puntos que lo hagan desbarrancar por la tabla más temida. Si Estudiantes volviera, después de muchos años brillantes y repletos de gloria, a tener problemas concretos con su permanencia sería para sus hinchas una afrenta difícil de digerir.

¿POR QUÉ EL “TANQUE” NO ES TITULAR?

Cuesta creer que al DT lo convenza más la prestación del atacante colombiano que el oficio y la peligrosidad de Mariano Pavone. El recién llegado todavía no consigue engranar en la dinámica ofensiva y el “Tanque”, sin ser el enorme artillero de otras épocas, entrega respuestas básicas, simples y efectivas como para instalarse definitivamente en el tradicional lugar del número nueve. Hasta le haría bien a Albertengo tenerlo como referencia para moverse con mayor libertad por sus costados.

Cuando se supo que Matías Pellegrini estaba desgarrado, y que tanto Pavone como “La Gata” Fernández no iban a ser tenidos en cuenta como titulares, automáticamente la formación elegida perdió apoyo popular. Es cierto que terminó saliendo bien, el equipo ganó y en este paño la razón es del que consigue triunfar. De todos modos, hay mucho para repasar. Hasta ahora, el refuerzo de mejor imagen es el uruguayo Manuel Castro. Su frescura y velocidad son parte del mejor menú ofensivo. El “charrúa” estuvo entre los mejores y su inclusión sí tiene mucha aceptación.

Benítez, quien se ha caracterizado por tomar decisiones poco o nada polémicas, pareció tensar la cuerda antes de Patronato. Los votos de confianza para Nahuel Estévez (recordemos que ejecutó el penal que terminó desviando Bértoli) y para López parecieron gestarse en la decisión de “castigar” a Pavone y a Fernández.

QUE NO FALTE EL “CHAPU”

Rodrigo Braña encarna, como muy pocos, la síntesis perfecta de lo que quiere un hincha albirrojo de su volante central. Claro que está grande y que los años pasan para todos, pero la rebeldía de sus genes será eterna. Más allá de que le aplicaron un golpe terrible, y que terminó con nueve puntos de sutura en su mano derecha, el “Chapu” tiene una manera de transitar la cancha que, sin dudas, se va extrañar horrores. Habiéndose ido muy temprano el “Rusito” Ascacíbar, a los hinchas les encantaría que durara un buen tiempo el binomio Braña-Iván Gómez. Ocupan el corazón de la cancha de un modo eficaz.

Merece al menos un párrafo el correctísimo debut de Juan Ignacio Díaz. Estuvo bien otorgado el crédito de confianza. Que la lección sirva para no volver a contratar a alguien sin al menos la convicción de que realmente se lo necesita. El caso Evangelista es otro más de una lista de decisiones equivocadas.

Estudiantes ganó y se calmaron aguas que estaban agitadas. Puede estar contento; conforme, de ninguna manera.

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