El Lobo, ataque e injusticia

Gimnasia no pudo sumar ante el Halcón, que anda de racha y se llevó demasiado del estadio del Bosque

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Por WALTER EPÍSCOPO

wepiscopo@eldia.com

¿Si el partido era perdible? Y tal vez si, por el presente del rival, más allá que de local siempre hay que hacerse fuerte. Pero anoche los de Varela no fueron un equipo que superara a los de Troglio, y por eso la bronca del hincha. Los mens sana no merecieron irse con a cabeza gacha.

Después de la dura caída con Lanús y todo lo que se habló, no quedaron dudas de lo que piensa gran parte de la gente, o al menos de los que colmaron ayer el Bosque. Pedro Troglio sigue teniendo un fuerte respaldo popular. Esto quedó en claro con el cerrado aplauso que le brindaron cuando la voz del estadio lo nombró en la previa.

Atardecer ideal en el Bosque, y tras una tarde de pileta, la gente fue llegando sobre la hora vestidos bien de verano, pero con el “uniforme” obligado azul y blanco.

Gran marco para ver lo que a priori pintaba para un partido atractivo. Con dos equipos buscando sumar, con sus sueños y objetivos a cuestas.

Cuando había pasado poco y el local se mostraba mejor, llegó el gol en contra de Guanini. Iban 14 minutos, y Gabriel Schurrer, ex defensor de Lanús que se acomodaba en una platea para disfrutar miraba con sorpresa. Cerca, el Loro Faravelli que ayer no pudo jugar por suspensión hablaba con el Monito Gómez que quedó afuera del banco y no lo podían creer.

Los de Troglio estaban haciendo un buen primer tiempo pero perdían ante el equipo del “eléctrico” Beccacece que fiel a su costumbre no dejó de caminar un segundo. Al Lobo le faltaban cinco para el peso para convertir, los minutos corrían y la impaciencia ganaba. Sergio Marchi, referente de Agremiados, saludaba gente amiga, y recordaba sus inicios como jugador del Lobo.

Y el Halcón mostraba su lado “B” en esa primera etapa. Es verdad que es un equipo intenso, que corre mucho, que toca de primera, pero también tiene su parte “oscura”. Empezó a hacer tiempo de manera llamativa. Los “amarillos” empezaron a pasar más tiempo en el piso que jugando. Todo fue protesta y enfriar el juego ante el árbitro Herrera que permitía todo.

No todo lo que brilla es oro, y el cartel de puntero e invicto parecía quedarle demasiado grande a los de Florentino Varela que está claro, anda de racha. Solo una vez Martin Arias mostró sus reflejos, después fue un espectador más.

El aliento desde los cuatro costados nunca faltó y empujó a los mens sana. Los doctores Barros Schelotto, Hugo y su hijo Pablo, no podían creer que Gimnasia no llegara al empate. Lo mismo que el “Tirri”, infaltable primo de Troglio junto a dos de los hijos del técnico, Iara y Gianluca.

El pibe de Los Hornos, Patricio Monti se la bancaba en el mediocampo, mientras su familia íntegramente Tripera hacía fuerza emocionada porque era el primer partido del Pato en el Bosque que tantas veces lo tuvo saltando en la tribuna.

En el descanso no pasó desapercibida Carolina Baldini, ex mujer del Cholo Simeone, que se ubicó en la Techada con la camiseta puesta de su hijo Gianluca, que esta vez quedó afuera del banco.

Llegarían las variantes en el complemento, pero esta vez los cambios no tuvieron efecto para Troglio, y con el correr de los minutos el Lobo se fue quedando sin nafta, mientras el rival, sobrio y prolijo, empezó a justificar algo ese gol de diferencia.

Con la noche instalada, el hincha, que de manera repartida despidió al equipo entre aplausos y silbidos, se fue muy preocupado porque las fechas pasan y la cosa cuesta cada vez más.

 

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