Encontraron enterradas en el patio de su casa a una mujer y su hija de 7 años

Sucedió en Monte Chingolo. Por el caso fue detenido el novio de la mujer, a quien demoraron por violar el aislamiento

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El hallazgo de los cuerpos de Cristina Beatriz Iglesias (40) y su hijita Ada Antonia, de 7, hizo que solamente ayer se sumaran tres nuevas víctimas a la cruenta lista de femicidios en la Provincia. La otra víctima es Claudia Repetto, a quien buscaban desde el 1 de marzo y ayer fue encontrada enterrada en una zona de acantilados en Mar del Plata (ver página 19).

Claudia y Antonia también fueron sepultadas en tumbas improvisadas, pero ellas estaban en su casa de Monte Chingolo, en el partido de Lanús. Por el caso está detenido Abel Alejandro Romero, de 25 años, quien era pareja de Iglesias y convivía con ella y la niña en el domicilio de Purita 4064. En las últimas horas intentó despegarse del hecho, pero hay indicios que lo comprometen, según la Policía.

La policía tomó intervención en esta historia el viernes pasado, después de que otra hija de Claudia, Dolores Iglesias (21), denunció en la comisaría Sexta de Lanús que había ido a visitar a su madre pero la recibió Romero diciéndole que ella y su hermanita se habían ido en un vehículo, sin regresar.

Esto sorprendió a Dolores, quien de inmediato contactó a familiares y conocidos para preguntarles si alguno sabía algo de sus familiares. Las respuestas negativas terminaron de preocuparla, por lo que recurrió a la justicia.

El titular de la UFI 2 Descentralizada de Lanús, Jorge Griecco, ordenó de inmediato activar el protocolo por averiguación de paradero y pidió tomarle declaración a Romero para escuchar de su boca todo lo que supiera.

Sospechando que el caso era muy grave, dispuso también que la DDI Lanús-Avellaneda y la Policía Científica de Lanús revisaran cuidadosamente la casa de las víctimas, procedimiento del que participó Dolores, la denunciante.

“Se encontraron restos de manchas hemáticas en varias zonas de la vivienda, en el interior y el patio frontal”, confirmó un jefe policial, ampliando que los peritos tomaron muestras y secuestraron prendas, sábanas y colillas de cigarrillos. Detectaron también que el lugar había sido recientemente baldeado y observaron signos de arrastre de un cuerpo.

El fiscal Griecco ordenó entonces preservar el lugar y convocó al personal de Casos Especiales, junto al de Cinotecnia y Canes, con perros entrenados en la búsqueda de tejidos vivos y muertos, detallaron voceros que trabajaron en la pesquisa.

Dolores encontró prendas en una bolsa hallada en un canasto de basura situado enfrente de la casa. Mientras tanto, la policía seguía tratando de localizar a Romero, a quien finalmente ubicaron el viernes a la noche deambulando en San Martín y Salta, de Rafael Calzada.

Personal que iba en un patrullero le dio la voz de alto para preguntarle por qué no estaba cumpliendo la cuarentena obligatoria, pero intentó escapar corriendo. “Romero dio dos versiones distintas ante la policía pero que no tienen validez legal, en una de ellas dijo que ellas estuvieron con él hasta el jueves cuando se fueron en un auto con un ‘conocido’ de su novia, al que no pudo identificar”, afirmó un vocero encargado de la pesquisa. En otra versión habría hablado de “narcos” que le cobraron “un vuelto” a su pareja. Quedó detenido y será indagado en las próximas horas.

Ayer, el perro Bruno marcó un sector en la parte de atrás de la casa, desde una vivienda vecina. Poco después de comenzar las excavaciones encontraron el cuerpo de la niña y, luego, el de la madre.

Romero deberá explicar por qué tenía los documentos y las llaves de Iglesias la pieza que alquilaba en otro lugar del barrio, o por qué encontraron ropas suyas con sangre.

Las autopsias ordenadas para hoy determinarán cómo fueron asesinadas las víctimas.

Hay antecedentes de violencia de género por parte de Romero con una pareja anterior

 

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