Un recuerdo imborrable

Por CARLOS MONTERO (*)

Huy!!!! El fiat 600, mi primer auto, modelo 64, yo tenía 17 años allá por el año 75. Lo compró mi viejo para mi madre, pero ella nunca llegó a usarlo, se lo arrebaté y pasó a ser “mi auto”. Era modelo 64, abría las puertas hacia atrás, muy básico, ahorré dinero para ponerle radio, era como tener un Audi. Es mas, no sabía manejar y tratando de salir a escondidas lo choqué dentro del garaje. Luego, en el año 77, mi viejo lo cambió por uno modelo 74, motor 850, un avión, con pasacassette, consola con relojes, bien pistero. Recuerdo mi primer viaje a Buenos Aires, por el acceso sudeste, de noche y a 80 km por hora, toda una aventura.

Aquel fue un auto fuera de serie. Sin saber de mecánica, me animaba a meter mano en el motor tratando de lograr mejores performances, y mas alla de mis torpezas siempre arrancaba. Su único problema era la temperatura, asi que mantenía la tapa del motor abierta y la sostenía con un palo de escoba. Todavía tengo el mas grato de los recuerdos para el automóvil mas grande entre los chicos.

(*) 61 años, agente de seguros