VIDEO. Flores tuvo el último adiós en la que fue su “otra casa”

“Yo tengo dos casas, una donde están mi señora y mis hijos, y la otra que es Estudiantes. No hay una primera y una segunda, vivo en las dos”, solía repetir casi de manera constante Eduardo “Bocha” Flores, fallecido el pasado jueves a los 77 años.

Y en la jornada de ayer, uno de los primeros ídolos de la historia del Pincha pudo ser despedido justamente en una de ellas, en el lugar en el más brilló como jugador de fútbol, algo que amaba con locura.

Cerca de las 9:45, mientras el León de Ricardo Zielinski recibía a Vélez puertas adentro y sin público, el cortejo fúnebre que trasladaba los restos del campeón del mundo frenó en las inmediaciones del Jorge Luis Hirschi, donde cientos de hinchas, familiares, amigos y algunos dirigentes, con Martín Gorostegui y Juan Sebastián Verón a la cabeza, pudieron brindarle un último adiós cargado de emoción al “Bocha”.

En el mismo momento en que sobre la Avenida 1 se cantaba el clásico “Bocha, Bocha”, que alternó con aplausos, llantos y con otra canción que lo tendrá para siempre como su protagonista (la que habla de su mítico gol), a metros de allí, los 22 jugadores sobre el verde césped y también los suplentes y respectivos cuerpos técnicos y terna arbitral, realizaban un respetuoso minuto de silencio frenando el encuentro tras el tercer gol del Fortín.

Pese a la copiosa y molesta lluvia, muchos hinchas sintieron la necesidad de estar presentes en el ritual, algunos desde adentro de sus autos, haciéndose sentir con las bocinas.

En tanto que otros, desafiando el mal tiempo que viene imperando en la Región en los últimos días, incluso se acercaron al coche fúnebre y posaron allí sus manos para brindarle un último cariño a uno de los grandes ídolos del club albirrojo.

Uno de los momentos más emotivos de una ceremonia que se prolongó por algo más de media hora se dio cuando Martín Gorostegui y Juan Sebastián Verón, presidente y vice actuales de la institución, se acercaron a saludar a los familiares cercanos de Flores, quienes no pudieron contener las lágrimas al fundirse en sendos abrazos con los protagonistas mencionados.

Entre banderas, aplausos cerrados y algunos silencios que reflejaban conmoción total, “Bocha” pudo pasar una última vez por una de sus casas, donde los hinchas de Estudiantes lo despidieron para siempre, aunque para siempre también lo recordarán.

La última postal de Eduardo Flores con Estudiantes de La Plata será la que se vio ayer ya pasadas las 10 de la mañana, con el coche fúnebre alejándose lentamente del Jorge Luis Hirschi al grito emocionado de los cientos de presentes que una vez más lo homenajearon como solían hacerlo cada vez que pisaba la cancha, al ritmo del clásico “Bocha, Bocha”.

En tiempos complejos para el León, en los que ha perdido a Sabella, Madero y Malbernat, por nombrar algunos, el cariño no ha faltado para con ninguno de ellos.