VIDEO. Un mal inicio, juez y VAR, cóctel mortal para el Lobo
Edición Impresa | 28 de Febrero de 2023 | 04:15

Dolió mucho la derrota tripera en Barracas. Porque su mal inicio agrandó al rival y porque entre los fallos arbitrales y su falta de definición no alcanzó el gol que mereció. Las polémicas y los merecimientos quizá tapen estas dos caras de Gimnasia. Con un muy mal primer tiempo y una segunda etapa en la que arrinconó a Barracas, la derrota es un precio demasiado caro por esos primeros 35 minutos en los que Ignacio Miramón era el náufrago en una balsa a la deriva.
Mejor el local en el inicio del partido, al mediocampo de Gimnasia le costó pisar terreno firme. La primera clara la tuvo Barracas con un gran remate de Ricardo Centurión desde 30 metros que pasó muy cerca del caño derecho de Durso.
El juego estuvo cargado de imprecisiones. En la búsqueda se velocidad, básicamente los equipos se prestaron la pelota. Sin embargo, Barracas se sintió más cómodo en el juego. Así, un avance de Colitto por la izquierda tuvo descarga en el área para Sepúlveda, que aguantó la pelota para el remate alto de Centurión. Se salvó Gimnasia, pero enseguida pagó el Lobo tras una pelota quieta. Estático, Tomás Durso no salió y Carlos Arce de volea, capturó una pelota muerta y la puso bien justita contra el poste derecho para el 1 - 0.
Y a los 26’, el VAR salvó a Gimnasia porque una gran jugada individual de Sepúlveda lo dejó solo a Maximiliano Puig contra Durso, que tapó (mientras los hinchas de Barracas pedían penal de Melluso) y en el rebote se incorporó más rápido Puig para empujar al gol, pero el delantero barraqueño tocó la pelota con la mano, por eso a instancias de las imágenes Lamolina cobró tiro libre en defensa. Un toque de atención enorme para el Lobo, a esa altura al borde del nocaut.
A los 38’, el Tripero tuvo su primera chance, con un gran pase profundo de Matías Melluso para Alan Sosa, quien había ganado en velocidad. El remate del juvenil desde la puerta del área fue muy desviado. Un oasis en medio de un preocupante primer tiempo mens sana, porque tras cartón otra vez tuvo el segundo Barracas con un remate alto.
Desde Nacho Miramón como bandera y figura del primer tiempo, el Lobo tuvo una chance cuando el volante central buscó desde lejos y obligó a Desábato a un manotazo salvador para sacar la pelota al córner. Y después Ramírez no llegó ante un centro de Steimbach. Al menos, el equipo de Chirola supo que podía lastimar al Guapo, mínima luz de esperanza para un segundo tiempo donde la buena noticia era estar en partido.
No decidió cambios Sebastián Romero para un inicio del complemento similar al final de la primera etapa. Sin embargo, a los 8 minutos tras una buena combinación Eric Ramírez quedó tras un sombrero mano a mano con el arquero, cedió hacia el medio a Alan Sosa que erró un gol muy difícil de explicar. Metió mano Chirola, con los ingresos a la vez de Comba, Benjamín Domínguez, Mammini y Tarragona. Así, Comba y Napolitano se acomodaron como internos a los costados de Miramón, con Mammini y Benjamín jugando abiertos en ofensiva a los costados de Cristian Tarragona.
Ingresó Tomás Muro por Napolitano y Gimnasia fue con más ganas que juego. Un buen desborde de Enrique por la derecha terminó en centro para Comba y ganó el arquero Desábato. Minutos después, en lo alto ganó Tarragona en una pelota quieta, Morales la metió hacia adentro y Comba le erró a la pelota aunque la jugada estaba invalidada por una infracción al arquero que no existió. El mismo Tarragona, que aportó presencia ofensiva, tuvo el empate tras un bien giro en el área para rematar un buen centro de Ivo Mammini desde la derecha.
Nacho Miramón fue la bandera de un primer tiempo y fue la figura de un Lobo que mereció más
Los fallos arbitrales y la asistencia remota a los jueces serían la vedette del final del encuentro. Nicolás Lamolina a instancias del VAR anuló el empate de Tarragona que tuvo tiempo y jerarquía para poner, con la cabeza levantada, la pelota arriba contra el caño izquierdo de Desábato, pero la pelota había dado en la mano de Benjamín Domínguez antes del centro, una mano no intencional a todas luces que las interpretaciones actuales cobran o dejan de cobrar según quien dirige y cual es la camiseta beneficiada o perjudicada. Un detalle no menor: ningún jugador de Barracas pidió la mano del extremo tripero.
Desábato le sacó el empate a Muro, con un disparo casi sin ángulo. Sin jugar bien y con mucha vergüenza, el Lobo tuvo chances de alcanzar el empate. También el arquero le ganó en el mano a mano a Domínguez. Y Nacho Miramón, otra vez, sacó de la nada un remate desde la puerta del área y el travesaño le quitó a la figura tripera la posibilidad de la igualdad.
Y en el final, la otra polémica de la tarde, con el tanto de Leonardo Morales que anuló directamente Lamolina, supuestamente a instancias del juez de línea cuando Tapia salía de la defensa, muy al límite. Así, entre la impotencia y la bronca, Gimnasia terminó quedándose con las manos vacías.
EL ANÁLISIS DEL PARTIDO DESDE EL ESTADIO (Facundo Aché)
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