Gimnasia gastó las últimas chirolas en Santa Fe y se define el futuro de Romero como DT
Edición Impresa | 28 de Agosto de 2023 | 03:35

Finalmente, las sensaciones tras la derrota en Santa Fe no se convirtieron en realidad, aunque la continuidad de Sebastián Romero pende de un hilo. Lo que parecía ser el cierre del ciclo a partir de una reunión entre Mariano Cowen y el entrenador finalmente no sucedió. De todos modos, su presencia en el banco de suplentes el sábado próximo ante Independiente no es una certeza. Todo lo contrario, más allá de la idea de Chirola de tener una chance más ante el equipo de Carlos Tevez.
Fueron horas agitadas, con versiones cruzadas, desde la derrota en Santa Fe. Una mirada minoritaria apuntaba a que debía dirigir ante Independiente, tal cual el deseo del propio técnico que se siente con fuerzas para levantar el presente con la inclusión de los refuerzos. La mayoría de los hinchas, en cambio, se expresaron -en gran medida a través de las redes sociales- en contra de una continuidad del cuerpo técnico y a favor de un cambio, basado también en la mejoría de rivales como Unión, Vélez e Independiente que ya tomaron esa decisión.
La desvinculación del cuerpo técnico pareció cocinarse a fuego lento desde el sábado. En Santa Fe, casi no hubo contacto entre el presidente y el DT. Chirola se reunió con su cuerpo técnico en la intimidad del vestuario y antes de irse del estadio, solamente hubo un saludo del entre Romero y Cowen. La idea dirigencial fue analizar más en frío la situación, pero la mayor parte de la dirigencia entendía que el ciclo ya estaba agotado, más allá de que originalmente la idea era darle al entrenador la chance del partido contra Independiente para tratar de reencauzar a un equipo que ganó solamente 2 de los últimos 16 partidos, ante Independiente Santa Fe y Huracán, ambos sobre la hora en el Bosque.
El sábado por la noche la dirigencia había tomado la decisión de cortar el vínculo en el marco de una reunión del área de fútbol profesional de la que tomaron parte Mariano Cowen, el secretario general Oscar González Arzac y el gerente Marcelo Gauna. De la misma no tomó parte el vicepresidente Juan Pablo Arrién, fuera de la ciudad en un viaje pautado con antelación.
Más allá de que la Comisión Directiva es una coalición de dos grupos bien diferenciados, Mariano Cowen llegó a esa reunión con la certeza de que el 99% de su Comisión Directiva entendía que el ciclo de Sebastián Romero al frente del equipo albiazul estaba agotado. Es por ello que -más allá del intercambio de opiniones de cualquier cónclave- la decisión final fue unánime: Chirola debía dejar de ser el entrenador.
La dilación en dar a conocer la decisión tomada tuvo que ver con el respeto a la figura de Sebastián Romero. Mariano Cowen quería darle a conocer el cierre del ciclo, cosa que finalmente no sucedió en la jornada de ayer. No hay que descartar ninguno de los dos escenarios: ni que Chirola sea el DT ante Independiente ni que en la mañana de hoy la dirigencia le comunique que ha dejado de ser el DT de Gimnasia. Mientras tanto, el tiempo transcurre y los rivales directos siguen sumando de a tres.
Sebastián Romero asumió en los primeros días de enero con las difícil tarea de ponerse al frente de un plantel que ya no tenía a Rodrigo Rey ni a Agustín Cardozo y que en días sucesivos perdería a Brahian Alemán y Ramón Sosa, Chirola siempre supo que por las inhibiciones que pesaban sobre el club, no podría incorporar jugadores.
De esta manera, tuvo un difícil inicio del campeonato, con dos derrotas consecutivas. El triunfo en el clásico de la octava fecha, la segunda victoria del equipo en la Liga. Tuvo un punto muy bajo con la eliminación de la Copa Argentina por penales frente a Excursionistas, un rival de la Primera C, pero con el torneo local como objetivo. El equipo parecía acomodarse, con muy buenos rendimientos de algunos jóvenes como Ignacio Miramón y Alan Lescano, pero desde la fecha 20 (victoria sobre la hora ante Huracán con gol de Tarragona) no volvió a sumar de a tres. Al mismo tiempo, la eliminación en la primera fase de la Copa Sudamericana fue lógica, dentro de un grupo accesible si Gimnasia hubiese podido encarar el torneo internacional bajo otras condiciones.
Los malos resultados de las últimas fechas, la enorme cantidad de goles recibidos (fue la valla más vencida del campeonato pasado y ahora van 5 goles en 2 partidos), la reiteración de viejos errores (la pelota quieta, un karma) y un mercado de pases como mínimo tardío y que expuso algunas grietas en la relación entre la dirigencia y el cuerpo técnico, terminaron por minar el respaldo popular al equipo y al ciclo de Chirola como DT tripero.
La apuesta de riesgo de principio de año, redoblada con las ventas de Miramón y Lescano, no terminó funcionando de la mejor manera. A 12 fechas del final, Gimnasia solamente supera en la tabla anual por un punto a Central Córdoba y por dos a Huracán. Por eso, la mayoría entiende la necesidad imperiosa de un cambio aunque se lleve puesto a alguien querido como Sebastián Romero, como antes sucedió con Facundo Sava, Darío Ortíz o Mariano Messera junto a Leandro Martini. ¿Habrá definición?
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