VIDEO. El Lobo y un triunfo clave sin grandes luces

La visita jugó con 10 una hora por la roja -cuando no- al Loco Díaz, pero Gimnasia no jugó bien y logró la victoria con un final sufrido tras la suspensión por el corte de luz

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Por FACUNDO ACHÉ

fache@eldia.com

La victoria tripera por 1 a 0 dejará mucha tela para cortar. Más allá de un buen inicio de partido, Gimnasia no jugó bien. No supo aprovechar la superioridad numérica durante una hora de juego, el apagón que cortó el partido durante varios minutos le hizo bien, no supo tener la pelota y no pudo liquidar el pleito cuando tuvo jugadas claras para hacerlo. Ese análisis es válido y deberán hacerlo Orfila y sus colaboradores. Si un análisis bioquímico del partido, para el Lobo es un triunfazo que lo aleja del descenso (a tres partidos de Talleres y Aldosivi) y lo acerca a pelear de igual a igual por el ingreso entre los 8 mejores, aunque con muchos problemas que solucionar.

Con juego directo, buscando al tándem Torres-Hurtado, Gimnasia fue agresivo en el inicio del partido. De movida, puso la pelota en campo tucumano y buscó por afuera con Panaro y Merlo. Sin embargo, la situación más clara no llegó por los delanteros, sino con un cabezazo de Renzo Giampaoli tras un corner, que se fue por encima del horizontal.

Una buena acción individual de Merlo por la derecha género una llegada de mucho peligro, ya que el juvenil descargó en Mateo Seoane quien metió una pelota filtrada bárbara que Marcelo Torres picó con muy poco espacio, pero el travesaño le dijo no a una jugada que mereció terminar en gol.

La visita logró salir del asedio de los primeros minutos y tuvo una llegada clara cuando falló Silva sobre la izquierda y Damián Martínez metió un fuerte buscapié que Nicolás Laméndola mandó por encima del travesaño cuando el Mono Insfrán no tenía nada que hacer.

A los 26 minutos, en una acción totalmente fuera de contexto, Leandro Díaz le dio un codazo a Gastón Suso y Pablo Dóvalo no dudo en mostrarle la tarjeta al delantero visitante. Contrariamente a lo que podía esperarse, el Lobo no pudo aprovechar inmediatamente la ventaja numérica ya que los tucumanos fueron inteligentes a la hora de manejar la pelota.

El Tripero buscó por todos lados, pero no tuvo claridad y un par de sus futbolistas desequilibrantes no pudieron hacer la diferencia, Jeremías Merlo porque acumuló algunas malas decisiones y Jan Hurtado porque los dos meses de inactividad le pasaron factura. Por eso, el equipo de Orfila no volvió a inquietar al arquero Mansilla.

Para el complemento, el entrenador uruguayo buscó aprovechar el hombre de menos rival con el ingreso de Bautista Merlini en lugar del amonestado Garayalde. La entrada de un volante con características más ofensivas le dio más control del juego al Lobo, mientras que Atlético Tucumán debió apostar más que antes a un contragolpe salvador.

Cuando los murmullos comenzaban a crecer porque el Lobo no encontraba los caminos para vulnerar el bloque defensivo del visitante, un buen centro de Merlo desde la derecha encontró la arremetida por el segundo palo de Manuel Panaro y un defensor, en la desesperación por anticipar, terminó empujando la pelota para poner el 1 a 0 tranquilizador.

Casi el propio Panaro mete el segundo, cuando atacó con espacios y buscó colocar la pelota en un ángulo del arco de Mansilla pero la pelota se fue alta. La ventaja no mejoró el juego albiazul, ya que los tucumanos se animaron e inquietaron con un remate de Coronel que terminó en el tiro de esquina gracias a la intervención de un zaguero que le trabó el remate.

Orfila siguió buscando variantes, primero con Alejandro Piedrahíta y Sebastián Lomónaco por Merlo y Hurtado; luego, con Augusto Max en lugar de Marcelo Torres. Sin embargo, el ingresado Ramiro Ruiz Rodríguez tuvo el empate y el uruguayo Pintado le ahogó el grito sobre la hora. El apagón llegó en un buen momento porque Gimnasia había perdido seguridad y solidez. Tras el parate, el Lobo hizo pie gracias al ingreso de Max. Sebastián Lomónaco tuvo la chance de liquidar el partido con un zurdazo pero Mansilla fue contra su izquierda y sacó al corner. A media luz, el nerviosismo tripero y el empuje del visitante le complicaron la noche al equipo de Orfila, ya que un par de cabezazos metieron miedo a los hinchas, que explotaron al grito de “moverte Gimnasia, movete”. Ortíz, de cabeza, estuvo muy cerca del 1 a 1.

En el descuento, Panaro erró un gol increíble cuando cabeceó mal con el arco casi vacío. Y Sebastián Lomónaco tuvo una peor cuando corrió mano a mano con el arquero y definió desviado.

El final fue para el infarto. Gimnasia sufrió muchísimo más de lo necesario, porque no supo tener la pelota en su poder. Aún así, Fabricio Corbalán -que había entrado por el lesionado Pintado- casi factura desde atrás de la mitad de la cancha con un remate que se fue abriendo cuando Mansilla trataba de regresar luego de una incursión ofensiva. El pitazo final fue un desahogo para todos en el Bosque

Chau racha
Gimnasia logró ayer un triunfo agónico sobre Atlético Tucumán, un rival directo en la pelea por las dos tablas. Y esa éxito le permitió al equipo que conduce Alejandro Orfila quebrar una racha de dos derrotas consecutivas en el Clausura.

 

 

Gimnasia

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