La remó otra vez desde atrás y logró salvar invicto y punta

COMENTARIO
Por ANIBAL GUIDI

MENDOZA (Enviados especiales).- El tan esperado duelo de punteros pudo haber sido para Gimnasia, también para Independiente Rivadavia que casi acierta en el cierre del partido, al que el uno a uno final no le cayó para nada mal.

El Lobo, que perdía con un gol de tiro libre de Walter García, lo empardó con un cabezazo del uruguayo Omar Pouso, todo en el primer tiempo.

Los mendocinos no pueden ganar de local y anoche no rindieron como su gente esperaba.

El Lobo, por su parte, rindió bien otra prueba de carácter y, de haber estado más fino en la definición, bien pudo regresar a La Plata como puntero absoluto de la B Nacional. Pero conservó el invicto y bien pudo haber ganado ya que hizo algo más que su oponente en un Bautista Gargantini repleto de espectadores.

Arrancaron amenazándose. Los dos. Pero le dieron mucho vértigo a las maniobras y esto hizo que las acciones fueran un tanto desordenadas.

Dentro de ese panorama, fue Gimnasia el que se mostró más punzante, aunque sin claridad en los últimos metros.

Y a los 26’ llego ese temido error que hacíamos referencia. Porque la defensa mens sana incurrió en un innecesario foul a Piriz Alvez fuera del área, y en el tiro libre, Walter García le pegó a la pelota con la parte interna del pie derecho y la colgó arriba, en el ángulo superior derecho de Monetti, que no pudo llegar pese a su gran esfuerzo, aunque llegó a darle un manotazo al esférico.

Le duró poco la alegría a la Lepra, porque a los 33’ Cabrera ejecutó un tiro libre desde la derecha, la pelota vino por arriba al área local, todos se preocuparon por la marca de Quiroga pero Pouso, libre, puso la cabeza y colocó la pelota abajo contra el palo derecho de Ayala: 1-1.

El dos-uno lo tuvo Quiroga, tras un buen desborde con centro de Cuevas por izquierda, pero la pelota se fue cerca del palo derecho.

Y cuando la lepra abusaba del pelotazo como vía de llegada, Nacho Fernández, en el cierre, casi sorprender a Ayala con un remate largo por arriba que se fue cerca del parante izquierdo. Y en el agregado Blengio, de cabeza, tras otro centro de Cabrera, casi da un vuelco al resultado.

EL QUE SE ANIMABA...

La cuestión en el complemento era ver quién se animaba a dar el paso adelante o si bien iban seguir como en el comienzo, acertando poco en los pases, apostando al pelotazo y buscando sacar ventaja de algún error del rival.

Todo pasaba, cuando promediaba el segundo tiempo, de ver quien podía acertar, y para potenciar ese aspecto, Troglio lo puso al colombiano Peralta y lo sacó a Pipino Curvas. Fue una jugada arriesgada, pero que desnudó sus intenciones de apostar a ganador. Lo que se acentuó con el agregado del Toti Chaves en lugar de Fernández, porque vio que Independiente ya no era lo que había sido.

Pero no había mucho resto físico, la claridad escaseaba y, algunas indecisiones en el área mens sana puso los pelos de punta a los hinchas del Lobo. Estaba claro que el partido estaba para cualquiera de los dos.

El partido se fue apagando, dejando una deuda futbolística, aunque Gimnasia hizo algo más que Independiente para ganarlo que, cuando se corrían los cortinados, dispuso del gol con un cabezazo de Nanía que Monetti salvó de manera magistral mandando al pelota al córner por sobre el travesaño.