#MeToo, el movimiento que se “corrió” de su objetivo

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La activista de los derechos civiles y docente, Tarana Burke, creó casi sin intención el movimiento global #MeToo.

“Lo que realmente sucedió el 15 de octubre de 2017 fue que las personas levantaron la mano para decir ‘Yo también’ (Me Too). Se abrieron y dijeron: ‘Sí, esto me pasó a mí’. Y fueron millones de personas de todos los ámbitos de la vida, todas los espectros, y siento que esas personas todavía tienen sus manos en alto”, reflejó la mujer en una entrevista reciente.

Sin embargo, Burke cree que, en algún momento, el #MeToo “descarriló”. La notoriedad que cobró y el perfil alto de alguno de los denunciados le quitó importancia al denunciante y al hecho en sí.

“Se generó una obsesión inquebrantable con los perpetradores, un circo cíclico de acusaciones, culpabilidad e indiscreciones”, en parte, según Burke, por culpa de los medios que “se aferran más a los detalles de las historias de los sobrevivientes, al drama”.

Con todo, la educadora sigue creyendo que las historias de abuso deben ser contadas, “pero no es necesario que lo hagas en las redes sociales, puedes decírselo a un amigo de confianza o escribirlo en tu diario”.

 

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