Un “trapito” empujó y asaltó a la dueña de una rotisería que solía darle de comer

Fue en un comercio de 5 entre 44 y 45, que abrió hace dos años y no había sufrido robos, hasta ahora. El joven olvidó su DNI

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La dueña de un local de comidas que funciona en inmediaciones de Plaza Italia está indignada por partida doble: por el asalto que sufrió el martes a la tarde cuando estaba al frente de ese negocio y por el hecho de que el autor no es un desconocido.

“Le daba de comer cada vez que venía a pedir, pero esta vez no quiso alimentos, sólo llevarse la plata que había en la caja registradora, además de sacarme también el celular”, lamentó María del Carmen Díaz Enríquez (73), propietaria de “Westfalia”, situado en 5 entre 44 y 45.

La comerciante tampoco ocultó su bronca al recordar que intentó ayudar al sujeto en su búsqueda de trabajo. “Me había dicho que tenía a la madre enferma y que no conseguía trabajo como pintor de obra”, contó María del Carmen, quien no dudó en darle el teléfono celular de su yerno “para que le encargara un trabajo que le permitiera ganarse unos pesos”.

La mujer aseguró que ella y su marido abrieron la casa de comidas hace dos años y el del martes fue su primer asalto: “Y eso que en la esquina solíamos tener a los obreros de la UOCRA, muchas veces alcoholizados, y varias veces hasta vinieron los menores que merodean por Plaza Italia”, pero “nunca nos pasó nada. Justo me viene a robar este sinvergüenza al que le dábamos de comer”, se enojó.

Según Díaz Enríquez, el ladrón es “uno de los limpiavidrios de 5 y 44”.

“Para colmo -continuó- cuando le ofrecí una empanada me dio un empujón y pasó del otro lado del mostrador. Él mismo se encargó de abrir la caja registradora y sacar la recaudación”.

“Le ofrecí una empanada, me dio un empujón y pasó del otro lado del mostrador”

Por lo que calculó la víctima, el muchacho escapó con un monto que rondaría entre “700 y 1.200 pesos”, ya que un rato antes la mujer le había pagado a un proveedor.

Olvidó SU BILLETERA

Luego de que el asaltante escapó con el dinero y el celular (según testigos, en dirección a Plaza Italia), en medio del aturdimiento y la bronca, María del Carmen descubrió que el sujeto había olvidado su billetera sobre el mostrador.

Cuando más tarde llegó la Policía, tras ser alertada sobre el asalto, vio que ahí adentro estaba el DNI del “trapito”, lo que permitió identificarlo. Se sabe que tiene 28 años y es de nacionalidad paraguaya.

“La Policía me dijo que puede llegar a caer en cualquier momento”, confirmó María del Carmen, aunque por el momento no lo detuvieron.

“HASTA LE COMPRAMOS MEDIAS”

“Apenas entró lo noté raro”, apuntó la mujer recordando la última irrupción del muchacho en su negocio, “y cuando lo tuve cerca me di cuenta de que estaba drogado”, refirió.

Díaz Enríquez insistió en que ella y su familia le ofrecieron ayuda a este joven, más de una vez. En cierta ocasión, aportó, se presentó en el local vendiendo medias y “mi hija le compró”, dijo, por lo que no dudó en tildarlo de “desagradecido”.

Con respecto al asalto, la víctima confirmó que el atacante no exhibió armas e indicó que, poco después del hecho, algunos testigos declararon haberlo visto en inmediaciones de la casa de comida, pero “con otras ropas”.

Más allá de la impotencia y la bronca, lo que la dueña del local más anhela es poder recuperar su celular, porque “ahí guardaba fotos y videos de momentos familiares muy importantes”, explicó.

 

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