Entre bombas de estruendo y alarmas, una noche previa de terror

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La previa del clásico entre Brasil y Argentina se calentó. El seleccionado nacional pasó una noche complicada, previa al partido, en el hotel Radisson Blu de Belo Horizonte. La delegación e acusó bombas de estruendo durante la madrugada y la activación de las alarmas a las seis de la mañana en varias de las habitaciones de los jugadores del equipo dirigido por Lionel Scaloni.

La calma del distinguido barrio Savassi de Belo Horizonte se vio sacudida por una serie de bombas de estruendo que es escucharon a tres cuadras del hotel de la Selección e iluminaron la noche. Los ruidos, que se produjeron cada 20 minutos, continuaron hasta las 2.30 aproximadamente.

Sin embargo, eso no fue lo que más sorprendió. A las seis de la mañana, los teléfonos de varias de las habitaciones de los jugadores sonaron al unísono. Esos teléfonos sólo suenan, a esas horas, si el huésped solicita en recepción ser llamado para comenzar el día. El problema es que nadie de la delegación lo había solicitado.

De esta forma, el descanso de la Selección fue afectado. Una vieja práctica que se utiliza sobre todo en nuestro continente y que se remonta a los albores de la Copa Libertadores de América.

 

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