A 15 años de la muerte de Michael Jackson: caída en desgracia y eternidad del vigente Rey del Pop

Hace 15 años, Michael Jackson dejaba este mundo con la corona puesta: indiscutido Rey del Pop, el artista que cambió las reglas de la música sigue en su trono todavía, imbatible al tiempo, aunque la sombra que oscurece su legado, las aristas más oscuras del artista, agrietan y amargan su leyenda.

En rigor, es cierto, el monarca pop se movió siempre entre el éxito masivo y la aguda polémica. Hasta su muerte se vio envuelta en escándalo: el 25 de junio sufrió un infarto antes de comenzar una serie de 50 agobiantes shows de la ambiciosa gira “This is it”, la más grande de su carrera; agobiado, intentando recuperar un éxito que menguaba, su cuerpo fue encontrado rodeado de medicamentos, jeringas, tubos de oxígeno, fotos de niños y una muñeca de película de terror. Por los medicamentos, su médico personal, Conrad Murray, fue condenado a cuatro años de cárcel por homicidio involuntario en 2011: fue él quien le administró, cuando Michael le pidió algo para conciliar el sueño, una inyección de propofol, un potente analgésico usado en cirugías, que al final resultó fatal.

Lo que reveló la autopsia fue todavía más terrible: The Sun contó que los forenses encontraron un cuerpo castigado, incluso antes de su muerte. Michael estaba pelado -una especie de pelusa le cubría parte del cráneo-, apenas comía, tenía moretones en todo el cuerpo, pinchazos en los muslos y los hombros por los analgésicos que se inyectaba tres veces al día. Tenía las cejas tatuadas, al igual que el contorno de los labios, y no tenía nariz, sino un hueco cartilaginoso. Desde ya, su estómago tenía restos de drogas: fue el propofol lo que lo mató.

Murray recuperó la libertad antes de completar su condena y se pasea desde entonces por escenarios y librerías aireando detalles de los últimos años de la vida del artista, detallando lo que todos saben: nada en la vida de Michael Jackson fue convencional.

Tampoco su despedida: en julio, en el estadio de Los Lakers, se celebró un show funerario, despedida del astro, con entradas sorteadas y televisado en todo el mundo. El féretro era de bronce bañado en oro, coronado por flores rojas, recubierto de terciopelo azul, aunque se sospecha que Michael no estaba allí. El entierro tendría lugar recién en septiembre, 70 días después de su muerte: la demora se debió a que Janet, hermana del Rey del Pop -que confesaría que su hermano le decía “cerda”, “vaca”, “yegua” y “puta”-, había hecho un depósito de 49.000 dólares para asegurarse un nicho en un costoso cementerio, y no permitió que la sepultura se concretara hasta que le devolvieran ese dinero. El evento fue privado, pero la familia llevó un equipo de profesionales a filmar la despedida en HD. Luego, las imágenes, como siempre, se filtraron a los medios.

Aunque todo había sido planeado por la familia para redimir la imagen de Jackson, los escandaletes, rumores y extravagancias hasta el final, sumado al afán de lucro de la familia, a los reportes de la autopsia y las versiones que corrían sobre el estilo de vida del último Michael, hundido en deudas, solo castigaron más la imagen que el Rey del Pop intentaba rehabilitar con “This is it”.

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¿IMPRIMAN LA LEYENDA?

Jackson navegó en su vida numerosos escándalos. Superó una infancia en la que un padre abusivo explotaba a sus hijos, atravesó matrimonios fallidos, bebés colgando de un balcón; su magia en el escenario salvaba todo. Ya en su época de mayor éxito, de hecho, había versiones de que abusaba chicos. Lo curioso es que, durante años, su relación con los niños, inexplicable para un adulto, era exculpada y, en ocasiones, defendida. Se disfrazaba de buena voluntad y anhelos de una infancia traumática. Se sabía que Jackson dormía con niños, pero su imagen de ser asexuado, eterno Peter Pan, llegó a convencer de que era algo inofensivo y esas situaciones parecieron normalizarse a ojos de la opinión pública.

Pero, poco a poco, los líos, sobre todo las denuncias de abuso, comenzaron a amontonarse y fue imposible mirar hacia el costado. La primera acusación contra el Rey del Pop data de 1993. Evan Chandler y sus padres denunciaron al cantante y el asunto se solucionó con un acuerdo extrajudicial de, según relataron los medios en aquella época, más de 20 millones de dólares.

Michael Jackson murió hace 15 años: desde entonces las polémicas solo aumentaron

El cantante dijo después que había sido una cantidad más baja. En el proceso, dos jóvenes que habían sido sus amigos de niños, Wade Robson y James Safechuck, defendieron a Jackson. Diez años después, se emitió “Living with Michael Jackson” y el cantante defendió compartir habitación con un pequeño superviviente de cáncer, Gavin Arvizo. Jackson calificó de ignorantes a los que se opusiesen a este comportamiento y dijo que era “algo precioso”, mientras el niño estaba apoyado sobre su hombro.

Esta revelación propició una investigación contra él y fue acusado de proporcionar alcohol a un menor, conspiración, secuestro y abusos sexuales. En 2005 se celebró el juicio. El cantante aparecía en pijama en el juzgado y su rostro estaba cada vez más demacrado. En el juicio, la víctima, Arvizo, aseguró que Jackson lo había masturbado y expuesto a pornografía. Wade Robson, de nuevo, y Macaulay Culkin, entre otros, testificaron a su favor. James Safechuck no participó en el juicio.

Jackson fue declarado inocente de todos los cargos en 2005 por un jurado popular. Pero tantos escándalos aplastaban su éxito y su ánimo. Cuatro años más tarde, moría en su casa de Los Ángeles, envuelto en deudas y cada vez más receloso y encerrado. No descansó en paz: en 2013, las acusaciones de abuso de menores volvieron. Robson y Safechuck, en el pasado, sus defensores, aseguraron que ellos habían sufrido el mismo destino que los otros chicos de Jackson.

LA ETERNIDAD

Los responsables de “Los Simpson”, después de ver el documental, comunicaron que dejarían de emitir el capítulo en el que colaboró Jackson. Oprah Winfrey mostró su apoyo a los supervivientes de los supuestos abusos. Por su parte, la cadena internacional de café, Starbucks, eliminó a Jackson de sus listas de la plataforma de Spotify. La “maison” francesa de moda, Louis Vuitton, retiró una colección inspirada en él.

Documentales recientes lo denuncian, pero su música sigue sonando

Sus fans siguieron defendiendo su inocencia y formando ejército en redes sociales para desacreditar el documental. Ellos achacan las acusaciones al interés económico de Robson y Safechuck. También la familia intenta proteger el legado que es, claro, su gallina de los huevos de oro: participan de la producción de su película biográfica, acusada ya de intentar limpiar la turbia imagen de Michael. Filmada en Neverland, el rancho donde muchos de los hechos de abuso supuestamente acontecían, la película está protagonizada por Jaafar Jackson, sobrino del cantante, con quien guarda un gran parecido. Siempre hay un miembro de la familia Jackson en el set de rodaje del filme, que prevé su estreno en abril de 2025.

Allí sonarán “Thriller”, “Bad”, “Beat it”, “Smooth Criminal”, “Billie Jean”, “Black or White”, algunos de los emblemáticos temas que aún hoy siguen sonando. El “moonwalk” no deja de bailarse. Michael Jackson, de alguna manera, se liberó de ese pasado: es, efectivamente, inmortal. Incluso cuando en los últimos años, su nombre se ha pronunciado sobre todo en debates sobre la separación entre el artista y su obra, sus canciones siguen sonando, como si fueran obras anónimas, canciones que le pertenecen a todos.