Estudiantes no merecía un final así: Flamengo ganó en los penales y lo dejó afuera de la Copa Libertadores
Edición Impresa | 26 de Septiembre de 2025 | 03:28

Martín Cabrera
mcabrera@eldia.com
Para ganar la Libertadores hay que tener buenos jugadores, jugar bien, no equivocarse y, también no menor, suerte. Esto es lo que le faltó a Estudiantes en su partido con Flamengo, que le ganó 4-2 en definición por penales tras la victoria 1-0 en tiempo reglamentario. Se fue con la frente en alto, bien alta.
El Pincha jugó con grandeza. No se le puede reprochar nada, ni podrá reprocharse nada. Hizo lo mejor que podía y por eso estuvo a nada de meter el segundo gol que lo hubiese llevado a la semifinal. Los detalles, como se dice en este tipo de partidos, estuvieron del lado de Flamengo que nobleza obliga ejecutó los penales con la jerarquía que le faltó en el partido. Por eso, solo por eso, ganó la serie.
Estudiantes jugó un señor primer tiempo. Hizo lo que tenía que hacer: controlar a su rival lo más lejos de su arco y mantener la valla en cero para animarse en el tramo final a buscar la heroica. No hubiese podido sostener mucho tiempo un mano a mano contra este rival, de infinidad de individualidades.
Con sus armas, con los dientes apretados, concentrado al 100 por ciento, con niveles al tope de sus posibilidades el Pincha hizo lo correcto para poner en aprietos al rival y avisar que tenía fuerza para pelear más adelante. Necesitaba llegar al mini partido de 25 minutos en situación de un gol.
Flamengo mostró cartas de las buenas. El manejo de la pelota no lo tienen otros equipos en Sudamérica. Ninguno posiblemente. Toda jerarquía en cancha, con Jorginho en la mitad de cancha y dos veloces por afuera. Pese a no tener ni un parecido al dominio del partido de ida, Rodríguez salvó en la línea un remate de Pedro y Muslera y el poste derecho salvaron el 1-0, que no mereció pero del que estuvo más cerca que el Pincha.
Estudiantes, inteligente y prolijo le fue sacando agua a las piedras en cada pelota recuperada, en los tiros de esquina o los centros. Y Gastón Benedetti, que fue el primero en patear al arco a los 10 minutos, le dio la gran alegría en el final del primer tiempo a Estudiantes, al meter un tremendo zurdazo desde el vértice del área que sorprendió a Rossi, responsable total más allá del mérito del lateral Pincha que ayer fue un tercer marcador central. Fue un pelotazo cruzado que Carrillo le ganó a los centrales, inesperado para la visita. Golazo a los 47 minutos para una explosión de felicidad y esperanza. Otra vez después de los 17 segundos del partido de ida la serie estaba igualada. El sueño lejano pedía permiso para sentarse en la mesa de todos los Pincharratas. Claro que faltaba una enormidad para el final pero quién podía quitarle la ilusión a esos hinchas. Los jugadores, en cancha, invitaban a soñar con ellos.
Otro partido empezaba en los segundos 45 minutos, ya que Flamengo estaba más obligado a buscar el gol y Estudiantes, ahora sí, a un tanto de ser semifinalista. ¿Cómo controlar al poderoso? La pregunta de todos en el entretiempo en UNO.
La visita lució mejor en los primeros 20 minutos, con tenencia de pelota y dominio territorial, pero sin situaciones de gol. El Pincha empezó a sentir el desgaste. Prefirió esperar a que corriera el reloj para los famosos “25 minutos finales” pero ya no para ir a los penales sino por la gloria.
Fue recién entonces cuando Domíngue mandó a la cancha a Cetré y Alexis Castro, rompiendo el dibujo inicial, aunque el colombino hizo las veces de Arzamendia. Además asumiendo otro protagonismo y recambio de oxígeno. El tercer partido dentro del inicial había empezado.
El primer ataque mostró a Cetré peligroso, al segundo Benedetti llegó al segundo gol pero luego el VAR le avisó a Piero Maza que estaba un paso adelantado. Increíble. De la euforia a la bronca en un segundo, Zafó el megapoderoso Flamengo de su horror defensivo. A esa altura ya no quedaban dudas de las grandezas de uno y otros, pese al resultado incierto: Estudiantes jugó como un gigante.
No hubo tiempo para más pese al intento heroico del Pincha que redujo al Flamengo a ser un equipo terrenal. No hubo en los 90 minutos la diferencia que existen entre los dos equipos. Es más, le sacó una racha al puntero del Brasileirao y no le ganó por un paso, nada más. Nada para reprochar. Pero nada de nada, solo aplausos.
El informe de Martín Cabrera en la previa
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE