Una versión muy, muy disparatada corrió ayer

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En medio del desconcierto generalizado por el papelón que brindó la frustrada revancha entre River y Boca que definiría al nuevo campeón de la Copa Libertadores.

Entre las versiones que hablaban de la postergación del encuentro primero, para las 18; después para las 19:15, luego que se jugaría en cancha cerrada sin público y hasta otra versión que indicaba que el partido se jugaría el miércoles sin público en Santiago de Chile o en Montevideo.

Pero sin dudas la versión más disparatada que llegó a correr, incluso afirmando que tenía la venia de Alejandro Domínguez (presidente de la Conmebol) y de Gianni Infantino (presidente de FIFA), que tanto River como Boca serían descalificados y que la final la jugarían los equipos brasileños eliminados en semifinales: o sea Gremio de Porto Alegre y Palmeiras.

¿FAKE NEWS O FUE REAL?

Lo cierto es que entre tanta efervescencia y ola de rumores, hasta que no llegó la confirmación oficial por parte de las autoridades del máximo organismo a nivel sudamericano, todo fue un pandemónium en el cual, cualquier cosa tuvo asidero y todos le dieron algo de veracidad.

Lo cierto es que entre tanta locura, primó algo de cordura en la voz propia de Alejandro Domínguez que confirmó la postergación de la Superfinal y la reprogramación para hoy a las 17 apostando a que hubo “un pacto de caballeros entre los presidentes D´Onofrio y Angelici y se llegó a un acuerdo para que el partido sea postergado porque no existían las condiciones mínimas para que el espectáculo se desarrolle con normalidad”.

En fin, un disparate tras otro dentro de un verdadero papelón que resonó en todo el mundo.

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