Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Deportes |BOCHORNO EN LA SÚPER FINAL

Por MARTÍN CABRERA: Una mancha más al tigre: de la fiesta al papelón y luego la postergación

Los distintos climas vividos dentro y fuera del Monumental en una jornada para el olvido que puso al fútbol argentino en boca de todos por lo grotesco y lamentable

Por MARTÍN CABRERA: Una mancha más al tigre: de la fiesta al papelón y luego la postergación

De la fiesta al retiro de las alfombras y los banners oficiales de la copa libertadores. un día de furia y vergüenza para el fútbol argentino / AP

Martín Cabrera

Martín Cabrera
mcabrera@eldia.com

25 de Noviembre de 2018 | 05:20
Edición impresa

Si algo le faltaba a esta final de la Copa Libertadores era la nueva postergación del partido (como en la ida, cuando la lluvia impidió su juego), ahora culpa de la barbarie, la ineptitud y la desidia. “Nos vemos mañana”, gritó Chiqui Tapia, poniéndole fin a una tarde agitada que desnudó, otra vez, lo más bajo de nosotros mismos.

El colectivo que trasladaba al plantel de Boca fue atacado por hinchas de River, provocando pánico, locura y la lesión en algunos jugadores. Todo fue en la esquina de Libertador y Monroe. ¿Cómo pudo estar tan liberada esa zona? ¿Nadie se dio cuenta? ¿Fue a propósito? ¿Por qué la Policía, a la hora de la represión también castigó a los jugadores? ¿Por qué se quiso jugar el partido? Increíble y bochornoso se mire por donde se lo mire. La Conmebol, los dirigentes de ambos clubes, sus entrenadores y los jugadores escribieron, tal vez, de las notas más vergonzantes de la historia de la Copa Libertadores.

Fue un concierto de idas y vueltas, presiones y miserias, seguidas cual reality show

 

Fue un concierto de idas y vueltas, presiones y miserias, seguidas cual reality show por TV, con miles de personas sin entender nada y con varios hinchas luchando por ingresar al estadio aun con su ticket en mano. La esperada final, el partido más importante en la historia del fútbol argentino quedó manchado.

Lo dicho, para quienes estaban dentro del estadio, todo lo relacionado con los incidentes les fue ajeno. Muchos, de hecho, ni siquiera se enteraron hasta varias horas después de lo sucedido. Música, gritos y aliento nervioso esperando las 17 horas (el inicio pautado originalmente). Salvo en el sector de prensa y palcos, el resto del estadio seguía con su fiesta a la espera del partido.

Por la pantalla gigante del estadio Fito Paez le cantaba a la gente, un grupo arrojaba camisetas a las tribunas con pistolas especiales y humo blanco salía desde un lateral al ritmo de la música.

En la medida que se fue acercando el horario del pitazo inicial del uruguayo Cunha, los hinchas entendieron y se fueron enterando de lo sucedido afuera. Entonces la música se apagó, los cantos devinieron en murmullos y la preocupación se sentó en la primera fila del Monumental. La chance de la final suspendida fue protagonista principal. ¿Se juega?

“El partido fue postergado para las 18”, anunció la voz del estadio minutos antes de las 17. A esa altura los hinchas ya pensaban lo peor y por eso hubo una explosión de desahogo y un aplauso. Por un momento todo pareció volver a la normalidad. Pero duró un rato.

Lo que nunca volvió a la normalidad fue el clima en las tribunas. Los 65 mil hinchas presentes cambiaron radicalmente su semblante, caminando de un lado para otro y preguntándose lo mismo que todos: “¿por qué pasan estas cosas en Argentina?”.

Mientras tanto, la Policía empezó a despejar la zona sobre avenida Udaondo, porque todavía había miles de hinchas sin entradas esperando que alguien los dejase ingresar. Y una postal que no pasó desapercibida: la barra de River, los Borrachos del Tablón, nunca subió hasta la cabecera Sívori alta. No lo hizo antes y tampoco después.

“El partido fue postergado hasta las 19:15”, anunció la voz del estadio pasadas las 17:40, para avisarles a los hinchas que no tenían celular. Pero claro, a esa hora todavía no se sabía el estado de salud de Pablo Pérez, el jugador que había sido trasladado a una clínica. Un papelón detrás de otro, de una competencia que será recordada a lo largo de la historia como las más oscuras de todas, más allá de esta final soñada hasta por Hollywood.

Minutos después llegó la información oficial que el partido se jugaba a las 19:15. Entonces los hinchas recordaron sus nervios. Y otra vez la música. Y las sonrisas para los vendedores dentro del estadio, que prolongaron su expendio y el “afano”: 200 pesos una hamburguesa, $120 una lata de gaseosa y 80 pesitos una botella de agua mineral.

Pero en la medida que se acercaba la nueva hora programada, otra vez las dudas. Carlos Tevez y Fernando Gago alertaban que “Boca no estaba en condiciones de jugar”. Y, de inmediato la respuesta de los hinchas en las tribunas “Sos cag..”. Mientras la voz del estadio despertó a los hinchas con temas de cancha en voces de famosos, como Gilda y Callejeros. Ya para las 18:30 el Monumental era otra vez una fiesta, como a las 15, antes que se produjera el ataque al micro, las reuniones y la pantomima de un partido que no debía jugarse.

El partido iba a empezar 19:45, casi tres horas más tarde de lo previsto. No se pudo ver en directo en Europa y un jugador antes de cambiarse tuvo que hacerse ver en una clínica. No importó. Hasta que alguien tuvo algo de sentido común y decidió postergar el show hasta mañana. Cuando Valdecantos ya había distribuido los conos para la entrada en calor y los árbitros corrían dentro de la cancha, llegó la noticia. Faltaban 30 minutos y las banderas estaban desplegadas. Un papelón más. ¿El último?

UNA SALIDA CAOTICA

Después de avisar por los parlantes que el partido había sido suspendido, el grueso de la gente se marchó del Monumental. En masa empezaron a abandonar el estadio desde los cuatro sectores. Lástima que nadie se acordó de las vallas y restricciones, usadas para los cacheos. Entonces otra vez los embudos y los empujones. Y el egreso de la gente tampoco pudo ser en paz, una postal de toda la tarde.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

Multimedia

De la fiesta al retiro de las alfombras y los banners oficiales de la copa libertadores. un día de furia y vergüenza para el fútbol argentino / AP

La desazón de los hinchas que se quedaron sin fiesta / AP

Los rostros lo dicen todo: unos pocos amargaron a miles / AP

La salida del Monumental también fue caótica, con corridas, nervios y empujones. todo terminó saliendo muy mal / AP

El bus de Boca, detrozado por los piedrazos / web

Bronca e indignación en el interior. antes, barbarie en las calles / AP

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla