La Súperfinal se juega esta tarde, después de la agresión y del bochorno internacional

Todavía perdura la tensión, el nerviosismo y el malestar por los terribles hechos de violencia que se vivieron ayer dentro y fuera del estadio Monumental, que originaron que la Súperfinal entre River y Boca, fuera reprogramada para esta tarde a las 17, después de la postergación de ayer, de acuerdo a lo que confirmó la Confederación Sudamericana (Conmebol).

Y medio de un contexto donde las aguas continúan agitadas, los dos equipos más populares del país saldrán a la cancha con el objetivo de dirimir al mejor de América.

Sin dudas que no será el partido que muchos esperan, porque Boca llega a este compromiso golpeado por lo que sucedió ayer, y encima, con algunos futbolistas que continúan afectados por la terrible agresión que sufrió el micro que los trasladaba al estadio y los gases lacrimógenos que arrojó la policía.

No será el partido ideal para el equipo que conduce el Mellizo Barros Schelotto, porque hasta el cierre de la presente edición no se sabía si Pablo Pérez (uno de los que se llevó la peor parte de la agresión cobarde) se encuentra en condiciones de jugar (ver aparte).

Inclusive, anoche se hablaba de que el grupo no estaría en condiciones de saltar a la cancha, y sus dirigentes estarían dispuestos a realizar una presentación ante la Conmebol para pedir los puntos.

No obstante, y más allá de todo lo que se dijo y de lo que se sigue diciendo, la segunda final ya no tiene retorno, y hoy será el gran día para los dos. Puede ser la Gloria para uno y el Infierno para otro.

LLEGAN “TOCADOS”

Los jugadores de Boca, después de abandonar el Monumental (anoche, sufrió una clausura administrativa, pero a las pocas horas quedó habilitado para el partido), regresaron cerca de las 21 de anoche al hotel ubicado en una zona de Puerto Madero, donde se hospedan concentrados.

¿Qué dirá el Mellizo Guillermo ante esta situación compleja? Los dichos de Carlos Tevez y Darío Benedetto denotan la bronca que se instaló ayer después de los graves incidentes. Y con este clima saldrán a jugar la gran final copera, la que todo el mundo espera ver.

¿CÓMO JUGARÁ?

Es más, no se sabe tampoco de qué manera formará Boca. Se habló de que podía jugar con un sistema táctico de 4-1-4-1, pero después de ayer, nada de eso podría suceder (la ausencia de Pérez). Porque a la fuerza, el Mellizo tendría que modificar el sistema y también de nombres.

River, mientras tanto, no quedó ajeno a esta situación, porque si bien llega en mejores condiciones anímicas y psicológicas, tendrá que chocar contra un rival “herido” que arribará a Núñez visiblemente “tocado” por los hechos lamentables de ayer y con jugadores afectados por las agresiones.