Cambiar terminó siendo contraproducente

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Si algún interrogante quedó en el aire de lo que fue la eliminación de Gimnasia ante Argentinos en el Bosque, fue el del dibujo táctico y las variantes realizadas por Ortiz que sorprendieron a más de uno. Y, si bien Agustín Bolívar no desentonó en el momento en el que le tocó hacer las veces de Facundo Oreja en el lateral derecho, no pasó lo mismo en costado izquierdo.

El ingreso de Germán Guiffrey por Lucas Licht no se entendió dentro de un primer tiempo en el que el Lobo estuvo carente de orden en el fondo, algo que había sido uno de sus valores desde la asunción del mendocino.

Y precisamente, por el costado izquierdo, en el que estuvo la variante, llegó siempre lo más peligroso de la visita en la primera etapa, incluido el gol que abrió el marcador.

Ya en el complemento, el Indio solucionó un problema en el que pareció entrar de manera personal y su equipo quedó parado con una línea de tres en el fondo, con Piovi de stopper por derecha, Guiffrey por la izquierda y Coronel de líbero. Sumado a esto, el DT adelantó a Bolívar a la mitad de la cancha, donde se encargó de Alexis Mac Allister y Gimnasia tuvo su mejor pasar dentro de un juego en el que no comenzó de buena manera.

Sin embargo, el gol de visitante, fundamental en este tipo de competencias, y la propio impericia del Mens Sana, terminaron por condenar a un elenco Tripero que sin dudas ha mostrado crecimiento desde la llegada de Ortiz. Pese a esto, y a la espina por quedar eliminado ante su gente, ahora el DT que deberá enfocarse en el cruce por Copa Argentina ante Defensa y Justicia, encuentro que aún aguarda fecha.

 

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