En 55 casi 7, la crisis se llevó a una de las peluquerías más antiguas de la Ciudad

Las consecuencias económicas de la pandemia no distingue oficios, historia ni tradiciones. Como se reitera a diario, los distintos rubros comerciales fueron de los sectores más castigados por la crisis económica que provocó el coronavirus.

En el comienzo de septiembre, La Plata ya no tendrá a una de las peluquerías más antiguas. Dángelo, ubicada en 55 casi esquina 7, baja sus persianas tras más de 80 años de historia.

Juan Alberto Di Palma, uno de los peluqueros y socios del local habló con este diario y en medio de la tristeza expresó: “Nunca imaginamos este día, así juntando las cosas para no volver abrir más. No se puede seguir, ya son muchos meses sin poder afrontar gastos mínimos”.

“Si bien en los últimos meses el propietario del local nos aguantaba con el alquiler y solo pagábamos expensas y servicios, así y todo no llegábamos”, agrega Juan.

“También es cierto que gran parte de nuestra clientela era público mayor, que por más que ahora estemos habilitados para funcionar, quizás por temor a los contagios o por propios cuidados prefieren no venir. Con mi socios, para poder cubrir los gastos mensuales debíamos meter por los menos entre 7 y 8 cortes cada uno, y hoy no llegamos ni al 30% de esa cantidad”.

“Estamos cerrando porque no dan los números y no podemos seguir. Mucha gente mayor venía y ahora se cuida. No da más, qué va hacer...”, dijo, con resignación.

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“Son muchos años. Es una tristeza total pero nos está pasando a todos”, agregó.

Los inicios de Dángelo datan desde 1937. Juan Di Palma comenzó trabajando desde principios de la década del 70. Llegó en 1973 con 14 años para hacer sus primeras armas en la peluquería. “Corte clásico, nada raro”, recuerda mientras mira con nostalgia como retiran uno de los sillones de cuero, testigos de una tradición platense.

“Empecé como empleado, luego quienes eran los dueños fallecieron y sus hijos nos entregaron la llave del comercios a mí y otros dos empleados que llevamos adelante la peluquería más de 20 años”, agrega.

Sobre cómo será su vida a partir de mañana, Di Palma relata que iniciará los trámites jubilatorios y “quizás a algunos amigos les siga cortando en sus domicilios y de paso poder seguir despuntando el vicio”.

En La Plata los servicios personales, entre ellos peluquerías, están entre los más golpeados por la crisis. El último estudio de la Facultad de Ciencias Económicas mostró que en el segundo trimestre la actividad del rubro cayó 73 por ciento.