VIDEO. Triunfazo Monumental: el Lobo cerca de la salvación
Edición Impresa | 3 de Noviembre de 2025 | 01:43
Por FACUNDO ACHÉ
Costó mucho. No fue sangre, sudor y lágrimas pero se transpiró, se sufrió y alguna lágrima se habrá escapado cuando Insfrán hizo justicia divina al atajar el penal. Ganó el Lobo, lleva 5 sobre 6 y casi festeja la continuidad de Primera gracias a un partido al limite de las posibilidades de este equipo. Increíble partido del equipo por el que nadie apostaba y se llevó el plenazo del estadio Monumental. Batacazo total y delirio albiazul.
Gimnasia salió con una mejor actitud que en partidos anteriores, con algunas buenas combinaciones e incluso con alguna aproximación que terminó en un tiro de esquina. Sin embargo, la primera llegada fue del local cuando Quintero encontró espacio en el callejón del 8 y soltó la pelota para Subiabre, que sacó un buen remate que controló contra el caño izquierdo Insfrán.
Con el paso de los minutos, River se apropió de la pelota y obligó al equipo de Zaniratto a aguantar en defensa y tratar de sacar alguna pelota larga para Panaro o Piedrahíta. Sin una postura decididamente defensiva, al Lobo le costó hacerse de la pelota después de los primeros 15 minutos y convirtió a Marcelo Torres en un espectador.
A los 33, el Lobo tuvo su primera llegada concreta, la mejor hasta ese momento. El colombiano Piedrahíta apiló rivales de izquierda a derecha, descargo para Pintado y el centro muy pasado del uruguayo encontró del otro lado a Silva, que buscó por abajo a Torres. El anticipo del delantero fue cerca del caño derecho de Armani.
Gimnasia tuvo un aceptable primer tiempo. Si bien le faltó en el último cuarto del campo de juego, quitó muchas pelotas en la mitad de la cancha y hasta pudo generar algunos pases que le permitieron que la pelota no volviera inmediatamente a exigir a la defensa tripera.
En los últimos cinco minutos, River encajonó al Tripero en los últimos minutos, pero se diluyó en los últimos metros. Sin sociedades, un centro de Acuña que no pudo conectar a ras del suelo Maximiliano Salas fue una de las pocas llegadas de un equipo que no entusiasmó a los hinchas millonarios.
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El segundo tiempo comenzó con la misma tónica. Gimnasia, con orden, pudo recuperar pelotas que el local perdió en la salida. De un resbalón de Subiabre, el Lobo tuvo otro ataque por la izquierda y Merlini cayó en el área, víctima de un empujón más un toque abajo. Nazareno Arasa dejó seguir pero Silvio Trucco llamó desde el VAR y el árbitro marcó la pena máxima por la infracción abajo del defensor de River. Marcelo Torres, con un buen remate que dejó sin chances a Franco Armani, puso el 1-0.
Con el resultado adverso, el Monumental explotó contra los jugadores. Gallardo puso a Borja, Maxi Meza y el pibe Lencina por Quintero y los juveniles Subiabre y Jaime, quien en el primer tiempo había entrado por el lesionado Colidio. River tuvo el empate cuando Acuña envío un buen centro desde la izquierda y Salas le erró la arco con el cabezazo, en medio de un clima espeso.
Borja tuvo otro cabezazo muy desviado en medio de un Monumental entre reproches, silencio y el clásico que se viene ante Boca. El Tripero continuó con su orden defensivo y la multiplicación de las piernas en la mitad de la cancha aunque los desbordes de Acuña por la izquierda fueron un problema. Ya no estaba Pintado, quien salió lesionado y fue reemplazado por Fabricio Corbalán.
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River buscó con centros, uno para Portillo y otro a la cabeza de Maxi Meza, que también desvió el remate. Casi sin ideas, lo fue a buscar con desesperación en el tramo final y Rivero tuvo una clarísima que se fue al córner cerca del caño izquierdo del arquero tripero. El local merodeó a Insfrán con cabezazos, por eso entró Germán Conti.
Los minutos finales fueron de extrema tensión. El ingresado Nacho Fernández tuvo un remate muy desviado mientras los hinchas millonarios gritaban “que se vayan todos”. Arasa dio 9 minutos de adición.
Los minutos finales fueron de extrema tensión. El ingresado Nacho Fernández tuvo un remate muy desviado mientras los hinchas millonarios gritaban “que se vayan todos”. Arasa dio 9 minutos de adición y el equipo tripero aguantó hasta que el arbitro vio un penal de Suso a Martínez Quarta por una sujeción. En ese momento, Gimnasia sintió que se le escapaba un partido redondo. Pero otra vez apareció Insfrán, que fue Monomental y sacó el remate del colombiano Borja contra el poste izquierdo. Igualito que en Junín. Insfrán fue enorme, la cereza de postre de un esfuerzo colectivo enorme cuyo premio es casi abrochar la continuidad en Primera División
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