La noche que los hinchas del Pincha no olvidarán nunca más

Emoción en las tres horas del show. Pasado, presente y futuro se dieron la mano. Delirio de los 30 mil presentes

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Por MARTÍN CABRERA

mcabrera@eldia.com

El nuevo estadio de Estudiantes ya fue inaugurado. Y qué mejor dicho la definición estadio, porque supera ampliamente el concepto que se tiene en nuestro país. Al menos el que se tenía hasta anoche. El Jorge Luis Hirschi está a la altura de los mejores del continente, sin nada que envidiarle a los de Europa y demás. Supera todo lo imaginado.

Emoción, sorpresa, delirio, fiesta y mucho más en tres horas de un espectáculo perfecto. El sonido, las imágenes, ideas y concepto de show, las luces, las aplicaciones, la sincronización... No hubo un sólo detalle que no fuese de buen gusto. Nada.

La jornada comenzó con la presencia de los jugadores de todos los tiempos, que fueron llegando de manera paulatina desde las 17 horas, cuando se abrieron los portones de la calle 56 y 1. El primero fue Pablo Álvarez, luego Daniel Peinado y más tarde un aluvión. El grueso lo hizo en tres colectivos que salieron desde el Country Club en horas de la tarde. Entre ellos los integrantes del actual plantel, que se vistieron de elegante sport para estar a tono con una celebración que será difícil de olvidar.

Una vez que todos los jugadores e invitados especiales estuvieron dentro del estadio, compartieron un cóctel en el sector bajo de la tribuna de calle 1. Fue notorio cómo se fueron agrupando por camadas: los campeones del mundo, los del ‘70, los campeones de los ‘80 y los de los ‘90. También los más recientes. Desde Ernesto Farías y Luciano Galletti hasta el Flaco Schiavi, Agustín Orión y los campeones de la Libertadores, Desábato, Braña, Andújar, la Gata Fernández y demás. Todos ocuparon un lugar en las tribunas especiales, antes de pasar por los vestuarios.

Un video con la voz de Mariano Mangano (recreada, por supuesto) fue el que abrió formalmente la jornada. Con imágenes de tiempos atrás del ex presidente y fotos del proceso de construcción del estadio: “Acá estoy con ustedes y estoy viendo el nuevo estadio, que hermoso que ha quedado. Cada vez llega más gente. Esta construcción era necesaria. Había que ser valiente para hacer semejante obra”.

“Lo jodido fue el incendio de 1960, que nos obligó a hacer la techada nueva que duró hasta 2007. Pero llegaron los escollos y hasta nos pedían irnos a otra ciudad. Pero construimos el estadio más moderno de la Región, que jerarquiza a la Ciudad y al país entero. Los procesos son largos, pero se disfrutan. Pero somos Pinchas y lo pudimos hacer. Volvimos a casa y estamos orgullosos. Te vas a enamorar de este estadio, como te enamoraste de estos colores. Salud”, cerró la voz en off con imágenes de los distintos momentos de la evolución institucional.

El juego de luces y laser, la fuerza de la música y la calidad estética se dieron la mano anoche

 

Entonces llegó el tiempo del primer show musical. La Bomba de Tiempo irrumpió en el césped desde la tribuna de 115 con su maquinaria de percusión durante más de 10 minutos. Y entonces una trompeta se mezcló y con los acordes de la canción de “Vamos a volver a Uno” y el público se levantó de sus butacas para cantar y bailar como chicos. Fue el momento de las luces que se prendieron, apagaron, y todo un juego de sincronización.

VOLVIERON LOS SIMULADORES

Una de las sorpresas fue el cortometraje de Los Simuladores. Seefeld, D’Elía y Fiore le dieron vida a la famosa brigada de agentes secretos que podían resolver problemas. Esta vez tuvieron que involucrarse con la edificación del estadio. “Operativo 1 y 57”, fue el nombre que le pusieron.

Entonces las pantallas empezaron a mostrar el año a año del estadio, con las peleas judiciales, políticas, marchas y firmas de contratos, hasta el último acuerdo antes de la finalización del estadio.

Fue un juego metafórico que sirvió para darle vida y el cierre con la canción que tantas veces se escuchó el último tiempo y la que anoche fue la vedette: “Señores vamos a volver a Uno”. Hasta que apareció el personaje que faltaba: Peretti. En diálogo con sus compañeros por radio, recibió la orden de prender fuego y en simultáneo con la imagen se encendieron los fuegos artificiales en la parte alta de la tribuna de 57, un show de pirotecnia que hizo de la noche un momento todavía más fuerte.

Luego, casi sin descanso, los hinchas mostraron sus celulares, aplicación mediante, que sirvió para teñir las tribunas de rojo y blanco. Lo más parecido a una fiesta del primer mundo se vivió anoche en el estadio de Estudiantes, Lejos de exagerar, fue de una calidad y sincronización que difícilmente se pueda repetir.

El juego de luces y laser, la fuerza de la música, la calidad estática de cada movimiento y la perfección se dieron la mano en el nuevo estadio de Estudiantes. El futuro llegó al Pincha, que le dio la mejor bienvenida posible a su nueva cancha.

DIEGO TORRES DE ROJO Y BLANCO

Sin intervalo, sin un descanso apareció Diego Torres en el escenario, para tocar sus temas más reconocidos, con unos 500 deportistas que hicieron flamear sus banderas rojas y blancas en el campo de juego.

Tampoco el cantautor dejó lugar sin llenar en el espacio. Uno, dos, tres... todo fue así en la estética elegida. Y por eso los temas se sucedieron sin palabras mediante. Todos con un sonido puro, claro y acompañado por un show de luces pensadas para este tipo de conciertos.

“Gracias Estudiantes de La Plata. Buenas noches. Es un placer estar acá, en un día histórica. Tengo hinchas de Estudiantes en la banda, el bajista, el pianista y Brian, el guitarrista que se vino especialmente para estar presente acá”, fue uno de los pocos diálogos del artista.

HOMENAJE A LOS CAMPEONES DEL MUNDO

Pasadas las 21 se empezó a jugar al fútbol. Antes el presidente Juan Sebastián Verón fue entrevistado en vivo por los periodistas Viviana Vila y Osvaldo Príncipi. Agradeció a los hinchas, reconoció a los ex presidentes desde 1999 a la actualidad por lo realizado por el estadio y dio pie al homenaje a Carlos Salvador Bilardo, quien desde anoche tiene una estatua con tamaño real que quedará en el estadio. Todavía no tiene ubicación, pero estaría por la zona de vestuarios.

Antes de que rodara la pelota hubo un homenaje a los campeones del mundo, que se vistieron de traje negro y camisa blanca, con corbatas rojas, junto a Don Miguel Ignomiriello la vuelta olímpica realizada en ese mismo escenario hace 50 años atrás, Marcos Conigliaro, Gabriel Flores, Alberto Poletti, Carlos Pachamé, Eduardo Flores y Juan Ramón Verón, los próceres que levantaron el mismo trofeo en la mitad de cancha, con música de fondo que hizo erizar la piel. Los familiares de los fallecidos estuvieron en las pateas. Fue uno de los momentos más emotivos de la noche.

CORTE DE CINTA Y FÚTBOL

Los ex presidentes Enrique Lombardi. Edgardo Valente, Eduardo abadie, Rubén Filipas, Raúl Correbo y el actual Verón realizaron un corte de cinta que sirvió para darle el estreno formal al nuevo estadio.

Y luego ingresaron los equipos para el momento del fútbol entre las glorias (ver aparte). Uno, dirigido por Alejandro Sabella: Andújar; Trotta, Desábato, Peinado, Braña, Krupoviesa, Mica Sandoval, Guaita, Maggiolo, Moreno y Fabianesi, Leo Jara, Ponce, González Pires, Huerta, Leandro González y Albil.

El otro, dirigido por Miguel Ángel Russo formó con Camino, Trobbiani, Trama, Dolores Brescia, Ré, Schiavi, Leandro Benítez, Galván, Quatrocchi, Brown, Farías, Bossio, Calderón, Córdoba, Piersimone, Aguilar, Agüero, Herrera.

Y un tercer equipo con el Bambi Flores, Bocha Flores, Juan Ramón Verón, los campeones del mundo que jugaron con la roja y blanca.

Paula Almerares, la soprano platense, cantó el himno, y empezó a rodar la pelota, en una noche que ningún hincha olvidará en su vida. Una noche llena de recuerdos, magia, sorpresas y un estadio de los mejores del continente. Para el cierre, otro show impactante de fuegos artificiales como broche de oro.

 

 

 

 

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