Personajes distintos, una misma ciudad

Músicos, deportistas, escritores, científicos, personajes de barrio y mitos locales que ganaron la atención pública por motivos muy distintos. Un mosaico de vidas y pasiones heterogéneas que, desde espacios dispares, contribuyeron a construir la identidad platense

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A SU MANERA, DEJARON UNA HUELLA
HISTORIAS DIVERSAS QUE LA PLATA HIZO PROPIAS

Músicos, deportistas, escritores, científicos,  personajes de barrio y mitos locales que ganaron la atención pública por motivos muy distintos. Un mosaico de vidas y pasiones heterogéneas que, desde espacios dispares, contribuyeron a construir la identidad platense 
 

La Plata es, desde su fundación, una ciudad habitada por figuras que moldearon su identidad cultural, deportiva, científica, artística... Muchas de ellas dejaron marcas profundas en la memoria colectiva. Son personajes que representan distintas formas de hacer historia: la de quienes, desde el trabajo cotidiano, la pasión y los oficios más diversos, ampliaron los límites simbólicos de la Ciudad. Este mosaico de trayectorias, a propósito del aniversario 143 de La Plata, recupera a músicos, deportistas, artistas, poetas, historiadores y excéntricos entrañables, todos unidos por un mismo hilo: haber convertido a la Ciudad en un territorio más humano, creativo y vital.

Entre ellos se encuentran las hermanas Parisi, “las rubias del jeep”, dos profesoras de música que en los años 70 se volvieron un mito urbano al conducir su Willys blanco por el Centro sin abandonar nunca su vida austera, su calidez y su dedicación a la docencia. En otro extremo de la vida pública aparece Enrique Loedel Palumbo, el físico platense de proyección internacional que dialogó con Einstein y Planck, pionero de la relatividad en Hispanoamérica y creador del célebre Diagrama de Loedel. Fue la demostración de que desde esta ciudad también se podía interpelar a la ciencia mundial.

Las artes encuentran un capítulo destacado en el Mago Luas, figura esencial del ilusionismo argentino, un hombre bueno y generoso que se dedicó durante seis décadas a crear asombro, formar magos y sostener la magia como un oficio de sensibilidad. Del mismo modo brilló el baterista Mingo Martino, leyenda del jazz nacional, que recorrió el mundo tocando con grandes figuras sin nunca dejar de sentirse, ante todo, platense.

El deporte también ofrece biografías notables. Están José Menno, trotamundos del boxeo que guanteó con Cassius Clay y fue parte del rincón de Monzón; y Julio Mocoroa, estilista exquisito del ring, protagonista del primer gran clásico del boxeo argentino. A ellos se suma Néstor “El Mago” Yalet, ícono del turf local, máximo jockey de la historia del hipódromo platense y maestro en el arte de “entender a los caballos”.

Entre las figuras culturales resalta Roberto Themis Speroni, poeta autodidacta, voz fundamental de la bohemia platense, dueño de una obra luminosa que convirtió lo cotidiano en una revelación. Su legado permanece en libros, homenajes y calles. Y también Carlos Moncaut, investigador ejemplar, amante del pasado bonaerense y autor de una obra monumental sobre estancias, pueblos y memorias que hoy es material de consulta obligatoria.

En el cruce entre arte y diplomacia aparece la figura cosmopolita de Numa Rossotti, músico, escritor, coleccionista y cónsul argentino en España, cuyo legado de obras dio origen al MUMART y que entendió la cultura como puente entre los pueblos. Desde el humor gráfico y la publicidad se levanta la figura entrañable de “Pilo” Trouet, creador del Lobo de Gimnasia, ilustrador de trazo amable y mirada cultural vasta, recordado por su capacidad para convertir una imagen en identidad.

Y en el universo popular y futbolero, imposible pasar por alto a “Carlitos” Rafertti, cantor de tango, hombre de radios porteñas y figura clave en Gimnasia, siempre impecable, siempre amable, siempre dispuesto a recibir árbitros y conversar en los bares del centro.

Todos ellos, desde la singularidad de sus vidas, comparten algo fundamental: dejaron huella. Sin buscar grandezas épicas, construyeron una épica cotidiana. Encarnaron la pasión, la amistad, el trabajo silencioso, el oficio bien hecho. Son parte de una historia colectiva que explica mejor que nada el espíritu de esta ciudad: una mezcla de talento, esfuerzo, sensibilidad y pertenencia que atraviesa generaciones.

La Plata está hecha estas biografías. Y al recordarlas en este nuevo aniversario de la Ciudad, no sólo recuperamos nombres: recuperamos una forma de ser platense.

 

 

Aniversario
143
personajes distintos

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