Un documento muestra que por el fondo vinculado a Grabois pasaron 1.244 millones de dólares

Después que estallara el escándalo por el dinero que manejó el fondo fiduciario que controló durante el gobierno de Alberto Fernández, Juan Grabois ensayó una defensa al decir que "la caja que me atribuyen es bastante más chiquita que la que vamos a usar cuando hagamos la revolución de las 3T (tierra, techo y trabajo".

Sin embargo, un documento publicado por el diario Clarín, muestra que el Fondo de Integración Social Urbana (FISU) administró 1.244 millones de dólares entre 2020 y 2023. Se trata de un informe elaborado por la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU), encabezaba por Fernanda Miño, militante kirchnerista que respondía a Grabois.

Dicho por gente que conoció el funcionamiento del fondo vinculado a Grabois, se trató de una caja para financiar la política. Y no una "cajita" como el dirigente cercando al papa Francisco pretende hacer creer, sino con 264.267 millones de pesos. Una fortuna por donde se la mire, con capacidad para hacer obras para los que más las necesitan, pero también para pagar los gastos de la política.

El volumen de recursos que supo manejar el FISU fue tal que, según aseguran, la entonces ministra de Hábitat María Eugenia Bielsa habría decidido dar un paso al costado para no quedar involucrada. Y quienes estuvieron al frente sucesivamente en Desarrollo Social tuvieron algunas disputas con Grabois, que aunque integraba el mismo espacio oficialista solía movilizar a la militancia para mostrar la fuerza del músculo.

"Entiendo que en esta Argentina descompuesta una inmoralidad tapa a la otra. Yo no hablo del objetivo, que es mejorar la calidad de vida de los más marginados. Sino del choreo que se hacía con esa guita. Comían todos", le dijeron a Clarín desde la SISU.

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El papel de Máximo Kirchner

El FISU, el fondo fiduciario vinculado a Grabois, supo hacerse de recursos como el 9% del Impuesto País y también a través del Impuesto a las Grandes Fortunas. Se trata de dos tributos promovidos por el diputado Máximo Kirchner, clave a la hora de la constitución del fondo.

Para que el FISU fuera lo que llegó a ser, fue necesario del BIFISA (BICE Fideicomisos S.A.), administrador del BIFE (Banco de Inversión y Comercio Exterior), entidad pública dependiente del Estado nacional. BIFISA fue administrada durante la gestión de Alberto Fernández por Jorge Tanús, principal referente del kirchnerismo en Mendoza y alineado políticamente con Anabel Sagasti, la senadora cristinista con ansias de gobernar la provincia, por ahora sin resultados positivos para sus deseos.

El BIFISA supo estar controlado por La Cámpora y en la organización creada por Máximo Kirchner nada se hace sin el visto bueno del hijo de la ex presidenta Cristina Kirchner. Por eso algunos se animan a afirmar que la campaña de Unión por la Patria en Mendoza estuvo solventada desde ese organismo, al igual que en otras jurisdicciones, como municipios del Conurbano bonaerense donde La Cámpora tenía apetencias de administrar.