A pesar de todo, quedó a la altura de los mejores

Edición Impresa

Obvio que el de anoche fue un trago amargo para Gimnasia, porque llegó a la final de la Copa Argentina dejando en el camino a Boca y a River, nada menos. Eliminó a los equipos que en pocas horas más definirán la Copa Libertadores, lo cual no es poco. Pero no le alcanzó, porque esos detalles que inclinan un partido de estas características le jugaron en contra.

El sueño se convirtió en pesadilla, y Mendoza fue el escenario. Un esfuerzo sin la recompensa esperada, la del equipo, y un acompañamiento de la gente a la altura de los grandes partidos.

Más allá de ese dolor que significó un regreso con las manos vacías a una realidad que ahora continuará en la Superliga, esa competencia en la que necesita recuperar el terreno perdido, aparece otra verdad tan grande como la final de anoche con Central: el Lobo se instaló de nuevo en lo más alto del fútbol de la Argentina, definiendo el campeonato más federal de los que se organizan en el país.

Falló en la puntada final, es cierto, y pagó con lágrimas de sufrimiento, aunque seguramente que el transcurrir de las horas, y de los días, en el marco de un análisis más abarcativo, permitirá coincidir en que este equipo albiazul que el próximo fin de semana será local de Huracán, por la Superliga, con sus virtudes y sus defectos, en 2018 se puso a la altura de los mejores.

Los penales, tan discutidos, porque en oportunidades inclinan la balanza a favor del que estuvo por debajo en el tiempo reglamentario, como en esta oportunidad, llevaron la alegría camino a Rosario, en una noche que postergó la ilusión de un conjunto Tripero que por el esfuerzo realizado, y el juego desplegado, no mereció el castigo de la derrota.

Pero, lo dicho, Gimnasia llegó a esta final por méritos propios, nadie le regaló absolutamente nada, razón por la cual, pasado el sufrimiento lógico, tendrá que reinventarse, y apelando a las virtudes exhibidas en Mendoza, tendrá que retomar su andar en la Superliga, para comenzar con una etapa nueva.

Punto y aparte entonces, para una excelente campaña, llena de hechos positivos, que finalizó con una caída que no mereció desde ningún punto de vista. Pero que ya pasó, y deberá superar.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE