La última conquista tripera fue la Copa Centenario con el Mellizo como gran figura

El 30 de enero de 1994 la ciudad de La Plata se tiñó de azul y blanco por el festejo de un nuevo título de Gimnasia: la Copa Centenario de la AFA. En aquella calurosa tarde de verano el conjunto mens sana venció en la final 3-1 a River, disputada en el estadio de El Bosque, con Roberto Perfumo como director técnico, aunque los encuentros anteriores de dicha competencia fueron comandados por Carlos Ramaciotti y Edgargo Sbrissa.

La Centenario fue un título oficial que la Asociación del Fútbol Argentino creó en marco de los festejos por los 100 años de su fundación. Participaron los 18 equipos que en su momento estaban en la Primera División y, para sumarle atractivo, en la ronda inicial se emparejaron los clásicos. Gimnasia, por ende, tuve que verse las caras con Estudiantes en una serie ida y vuelta que paralizó a la región.

La ida se disputó en el estadio del Bosque y el conjunto comandado por ese entonces por la dupla Carlos Ramaciotti-Edgardo Sbrissa se impuso por 1-0 gracias al tanto de Guillermo Barros Schelotto. El Mellizo fue la gran figura del equipo en aquella conquista, que comenzó a demostrar que estaba para grandes cosas en su carrera.

La vuelta se disputó en 1 y 57 y, gracias al empate 0-0, el Lobo se clasificó a la zona ganadores. El sistema de disputa era extraño, pero le permitía a la competencia tener un buen caudal de partidos al tratarse de enfrentamientos de eliminación directa: el que se accedía a la final por la “zona ganadores” tenía ventaja deportiva, mientras que quien llegaba por la “zona perdedores” debían imponerse en dos ocasiones a su rival y el empate en el primer partido lo eliminaba.

En la primera ronda de los vencedores el rival fue Newell’s que, el año anterior, había alcanzado la final de la Copa Libertadores de la mano de Marcelo Bielsa. En un encuentor muy reñido, Gimnasia logró imponerse por 1-0 y el autor del gol fue Sergio Dopazo, una pieza fundamental en aquel equipo campeón.

El 11 de julio se midió ante Argentinos por la segunda ronda y se impuso por 2-1 gracias a los festejos de Dopazo y Pablo Morant. El Bicho, por su parte, se había puesto en ventaja en los pies de Calvo pero luego no pudo sostener el 1-0 ante el equipo tripero, que gracias a ese resultado accedió a la siguiente instancia.

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La final de los vencedores, una suerte de semifinal, puso cara a cara al Tripero con Belgrano de Córdoba. El partido fue de ida y vuelta y tuvo de todo: comenzaron ganando los cordobeses por un tanto de penal de Artime, aunque a los pocos minutos Gustavo Barros Schelotto colocó el 1-1 y reflotó la ilusión tripera; en el segundo tiempo Sosa puso el 2-1 para el Pirata y, a dos minutos para el cierre, otra vez apareció Dopazo para el 2-2 y forzar los penales.

En la definición Gimnasia se impuso por 4-3: a pesar de que Cancelarichl atajó el penal a Dopazo, convirtieron Morant, Gmo.Barros Schelotto, P.Fernández, Vázquez. En Belgrano erraron Brusco (le atajó Gregorutti) y Sosa (afuera). Gracias a este triunfo logró meterse en la gran final y con ventaja deportiva, ya que venía por el lado de los ganadores.

LA FINAL, EN ENERO DE 1994

Por un cortocircuito con la dirigencia, la dupla Ramaciotti-Sabrisa se fue de Gimnasia a finales de 1993 y a comienzos de 1994 asumió Roberto Perfumo como entrenador. Su primer encuentro oficial fue, nada más y nada menos, que la final ante River en estadio del Bosque. Tamaña responsabilidad tuvo el ex defensor, que le bastó un partido para quedar en la historia grande del Lobo.

El partido definitorio se disputó el 30 de enero de 1994 y el recinto tripero explotaba por la cantidad de simpatizantes. Muchos quedaron afuera y se tuvieron que conformar con mirarlo por televisión. La expectativa era enorme, más aún sabiendo que el empate les daba el título debido a la ventaja que tenían, mientras que una derrota forzaba otro partido, pero en el Monumental.

Luego de un arranque reñido, con el nerviosísmo típico de cualquier final, a los 44 minutos del primer tiempo Hugo Guerra hizo ezplotar el Juan Carmela Zerillo colocando el 1-0.

En el arranque del complemento el gol millonario marcado por Villalba parecía que complicaban la historia para el Lobo, pero a los goles de Pablo Fernández y Guillermo Barros Schelotto a los 31 y 44 minutos, respectivamente, le dieron a Gimnasia su segundo título oficial.

¿Cómo formó Gimnasia aquella tarde de verano en la final ante River? Lavallén en el arco; Sanguinetti, Morant, Ortíz y Dopazo en el fondo; Fernández, Bianco, Talarico y Gustavo Barros Schelotto conformaban el mediocampo; y la dupla de ataque estaba compuesta por Guerra y Guillermo Barros Schelotto.