Unas 5 mil asistentes se convocaron para pedir el cambio de nombre del evento

En la previa al acto de apertura -que finalmente se suspendió por la lluvia-, se reclamó que se sumen las identidades diferentes

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Yael Letoile

La lluvia no es feminista. Era la broma corriente en la mañana de ayer entre las asistentes al 34ª Encuentro Nacional de Mujeres, cuyo acto inaugural fue suspendido a las 7,30 a causa de las condiciones climáticas. La tormenta, sin embargo, no evitó que alrededor de 5 mil mujeres -según estimaciones de las organizadoras- convocadas en el Parque Alberti por la Campaña Somos Plurinacional marchara desde 25 y 38 hasta 529 detrás de la bandera Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries, en demanda del cambio de nombre, una de las principales discusiones que atraviesa por estas horas el movimiento feminista.

“Esta lluvia de mierda no quiere parar, es el Papa que no para de llorar!”, gritaban encolumnadas bajo una lluvia incesante bajando por 25, algunas protegidas con paraguas multicolores, muchas con capas de lluvia o enfundadas en bolsas de nylon. “Aborto legal en cualquier lugar” o también “Plurinacional, desde Abya Yala hasta Kurdistán”, repetían a medida que avanzaban hasta llegar al camión-escenario montado en el cruce de 529.

“Este encuentro se pronuncia desde acá y para siempre por el aborto gratuito. No pudimos gritarlo en la apertura pero lo vamos a seguir diciendo durante todo el Encuentro y vamos a lograr que finalmente se formalice: el cambio de nombre por el que tanto luchamos”, sonó desde el micrófono, y fue respondido con el grito sororo de todas las presentes.

Con pañuelos verdes por el aborto legal o naranjas por la separación entre Iglesia y Estado, con pecheras que identificaban a su organización o sin ninguna distinción más que ser mujer o del colectivo disidente, adolescentes, jóvenes y señoras con varios encuentros encima llegadas de La Matanza, Lanús, Tigre, Moreno, San Vicente pero también de Rosario y por supuesto de La Plata, escuchaban, cantaban y aplaudían a pesar de la lluvia.

Zulema Enriquez, docente quechua de la UNLP, dijo al tomar la palabra que “esta historia ya cambió, este es un encuentro bisagra, que va a cambiar la historia no solo de los encuentro sino del movimiento feminista, atravesando un proceso de despatriarcalización sino de descolonización, porque el feminismo también es racista y esa es la discusión que estamos dando”.

Por el colectivo travesti trans, Claudia Vásquez Haro celebró estar allí y recordó la discriminación y violencia sufrida por las disidencias sexuales. “Quiero celebrar que estamos acá, nos ha costado muchìsimo tener que sufrir violencia incluso, pero estamos convencidas de que este es un momento histórico para nosotras las personas travestis, trans, de género no binario o intersex, aquellas disidencias que históricamente fuimos invisibilizadas y nos hermanamos con la plurinacionalidad”, dijo y llamó a discutir el cambio de nombre en los talleres.

 

 

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