Cómo lo vivió el Triperío

Cuando el fútbol argentino sigue con la veda para los hinchas visitantes, las estrategias para seguir de cerca la fiesta máxima del deporte de nuestra ciudad se multiplicaron

Edición Impresa

Por RODRIGO CHAGARAY

rchagaray@eldia.com

Esta época de clásicos vividos in situ solamente por una sola parcialidad, hace que el ingenio popular se exprima hasta el infinito para poder ser parte de la fiesta máxima del deporte de nuestra ciudad.

Y esto, una vez más fue lo que pasó en el día de ayer; porque desde temprano y más allá de los múltiples problemas que hubo con el operativo de seguridad, la multitud que se hizo presente en 25 y 32 (ver aparte) fue parte del sector privilegiado de hinchas que pudieron ver el choque clásico.

DONDE SEA

Fuera de eso, la hinchada albiazul apeló a todo lo que estuvo a mano para vivir el clásico 160 de la misma forma que si hubiera estado presente el Estadio Ciudad de La Plata.

Las familias triperas, los grupos de amigos y los habitués del Juan Carmelo Zerillo lo siguieron con la misma pasión que si hubieran estado en la cancha.

Esto pasó por ejemplo en la Filial Manuel Fidel de Berisso, donde el lugar literalmente explotó de pasión tripera; desde temprano el lugar ubicado en la calle 164 e 12 y 13, empezó a mostrar que la jornada sería muy especial.

La filial que está acostumbrada a vivir los partidos de Gimnasia cuando juega de visitante, es oficial del club y concentra las actividades en Berisso que se organizan desde la sede de calle 4.

CON PANTALLA GIGANTE

Lo cierto es que ayer se proyectó el clásico en pantalla gigante y el marco fue sencillamente tremendo: el pueblo tripero de la vecina ciudad acompañó en el lugar con unos 200 “Triperos” que se hicieron presentes con bombos y banderas para alentar al equipo de sus amores.

El comienzo del partido con el Lobo a toda máquina, ilusionó a todos, el clima fue espectacular y absolutamente colorido, donde cada intervención de los jugadores triperos en el Estadio de 25 y 32, invitó para que todos los cantitos de la cancha sonaran bien fuerte en un lugar que según las propias palabras del presidente de la Filial, Claudio Marini, nunca lució como en el día de ayer.

TODO DESBORDADO

Tanto que todo lo que tenían preparado para recibir a la gente se agotó enseguida y tuvieron que reponer de urgencia para abastecer a los hinchas que coparon el lugar y convirtieron ese “pedacito” de Berisso, al menos por una tarde nomás, en el Bosque.

Ese mismo que acompañó al plantel desde que salió de Estancia Chica y armó una verdadera fiesta en la puerta del predio albiazul en Abasto hasta las adyacencias mismas del Estadio.

Porque a falta de lugar físico en el fútbol argentino para los hinchas visitantes, estos apelan a todo lo que tienen para vivir un partido tan pero tan especial como lo es el clásico platense.

Y el Triperío no fue la excepción a la regla porque ni bien el ómnibus enfiló por la calle 520, cientos de personas en medio de una fiesta popular, acompañaron a todo colorido al Indio Ortiz y sus jugadores para que disputen el clásico 160 frente a Estudiantes. Banderas, humos de colores, pirotecnia todo sirvió para vivir como en la cancha una nueva edición del clásico.

Y seguirá siendo así, por lo menos hasta que los hinchas visitantes vuelvan a ser protagonistas.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE