Abrazos para recargar energía: la intimidad del reencuentro entre los jugadores de Argentina y sus familias

El paso en falso en el debut de Qatar 2022 fue un duro cachetazo -inesperado- por la actualidad de la Selección Argentina. La derrota frente a Arabia Saudita en el primer partido de la Copa del Mundo pegó muy fuerte en el seno del plantel albiceleste y pese a la fuerte autocrítica que bajó por parte de los referentes, aún se siente la herida abierta, con sed de revancha.

En este contexto hoy los futbolistas, encabezados por el entrenador Lionel Scaloni, volvieron a trabajar en el predio de la Universidad de Qatar con el claro objetivo de cambiar el chip. Argentina quedó sin margen de error para los partidos ante México y Polonia, que igualaron ayer.

Tras el mencionado entrenamiento, se dio quizá, el momento más importante de esta semana para los jugadores: el reencuentro con los familiares el día después de la derrota.

La mayoría de los familiares de los futbolistas se encuentran alojados en Doha y viven de muy cerca lo que es la Copa del Mundo y hoy, fue un día clave para acercarse a ellos y recargar energías, buscando el golpe emocional que -siempre- da un plus más en este tipo de competición.

Detalles del reencuentro

Fueron un par de horas de contención, despeje mental y recarga de energía. El único tiempo que se perdió en el cónclave fue el del traslado desde el ingreso hasta la zona en la que se aloja la delegación. Todos pudieron sacarle jugo al encuentro a través de lo afectivo y emocional. Un abrazo, un beso, palabras de aliento perduró en ese instante.

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Algunos recién vieron por primera vez a sus familiares, por los que reinó la emoción y hasta se soltaron para tomar una foto o selfie que no fueron difundidas en las redes sociales.

De esta forma los integrantes del seleccionado pudo recibir el apoyo de su círculo íntimo en un momento clave luego del golpe en el debut.

En cuando a la práctica, lógicamente, la mayoría de los titulares no estuvieron en la cancha. Cumplieron tareas de gimnasio livianas. Los únicos que aparecieron en escena ante las cámaras, por el tiempo que obliga la FIFA a otorgar a las selecciones para que puedan acceder los medios de comunicación fueron los que no salieron desde el arranque ante Arabia Saudita. Scaloni, Aimar y Samuel custodiaron cada movimiento desde lejos, charlando, pensando en alternativas para recuperar definitivamente al grupo de cara al gran choque del sábado próximo con México.

Más allá del 1-2 contra los árabes, Argentina todavía depende de sí misma y se clasificará a los octavos de final de la Copa del Mundo si gana los dos partidos siguientes (este sábado ante México, en Lusail, y el miércoles 30/11 ante Polonia, en el estadio 947).

Foto // Lautaro Martínez junto a su hija y su esposa en el predio del seleccionado